El omega suspiró con cansancio, cualquiera que lo viera a los ojos se daría cuenta que estaba completamente cansado. Había viajado tan repentinamente por obligación, a menos que quisiera ponerse en riesgo se hubiera quedado trabajando.
El omega estaba frente a una máquina expendedora de bebidas, oprimió un botón para poder obtener una lata de café. Sobre sus labios descansaba un cigarrillo a medio terminar, se inclinó para tomar su bebida, pero en ese momento alguien más la tomó por él.
— ¡Oye! eso es mío — se quejó, mirando al chico que estaba a su lado. — Ah, eres tú.
— ¿Quién creíste que era? — preguntó el alfa con una ligera sonrisa sobre sus labios. — ¿Lee Minho?
— Cállate, no me hables. Me metí en este problema por tu culpa — respondió.
— Claramente tu quisiste ayudarme — le dijo el mayor, tendiéndole la lata de café y tomando el cigarrillo entre sus labios.
— ¿A caso no te enseñaron a no tocar lo que no es tuyo? — se quejó, mirando con leve molestia al alfa.
— ¿Por qué consumes tantos cigarrillos? Vas a morir muy joven — aventó el pedazo de cigarro al cesto de basura y tiró de la cintura del pelirrojo, dejando un beso sobre su frente. —Y necesito que te quedes conmigo.
— Ugh, eres molesto. Solamente me quieres contigo para tus estúpidos planes contra ese chico. — le respondió, alejándose de él.
— ¿Cómo sabes eso? No tienes de que preocuparte, yo envié las fotografías no tú, así que niega todo lo que te pregunten y no te harán nada.
— ¿Por qué quieres destruir a ese pobre chico? Estoy seguro de que no le quieres robar el omega — lo miró con atención. — ¿Es por lo de tu padre?
— No — respondió tan rápido como pudo, evitando mirar a los ojos del pelirrojo.
— ¿Entonces por qué estás tan encaprichado con Minho? — el menor se cruzó de brazos mientras esperaba una respuesta.
— No estoy encaprichado Yeonjun.
— Lo estás, si no fuera así no estarías haciendo todo esto — le cuestionó. — Dios, si voy a esa casa van a matarme.
— No van a matarte, solamente tienes que negarlo todo ya te dije.
Yeonjun hizo un puchero y asintió, diciéndole: — Ni siquiera estás preocupado por mí, siempre me tratas mal y me utilizas, no sé ni siquiera porque me gustas.
— ¡Me preocupo por ti! — le reprendió Soobin. — Pero no me gusta demostrarlo.
— ¡Eres un imbécil — rodó los ojos para después tomar su equipaje y salir de aquel aeropuerto.
Yeonjun podía admitir que había tomado esas fotos, pero después de eso le preguntarían porque las envió o a quien se las mandó. No podría decirles que eran para Soobin. Era un idiota, ambos lo eran, porque Yeonjun sabía que estaba jugando con fuego al ser llamado por Los Lee, básicamente estaba acabado, pero tampoco podía darle la espalda a Soobin, porque estaba profundamente enamorado de él.
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Casado con la mafia - Minsung
RomanceHan Jisung, gentil omega que a la edad de 19 años fue obligado a casarse con el hijo de los Lee. Los Lee eran una de las familias más poderosas y respetadas de la ciudad de Busan. Y su hijo mayor, Lee Minho, comenzaria a dominar muy pronto en su bie...