Capítulo 1

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Capítulo 1 

Doce años después, Aura tiene 17 años. 

Aura 

"Pequeña Aura, solo puedo decirte, recuérdame" 

Me levanto agitada y apago la alarma que suena a través del móvil, un sudor frío baja por mi cara y espalda y me siento sucia, llevo una semana teniendo el mismo sueño una y otra vez y no sé a que se refiere, normalmente siempre puedo descifrar  alguno de mis sueños e interpretarlos, pero no tengo ni la menor idea de que significa este, no sé que es lo que tengo que recordar. 

Me levanto de la cama y dejo que se airee un poco, abro la ventana y dejo que la brisa entre por la ventana y ventile la habitación, que le hace falta, cojo la ropa para el instituto; unos pantalones largos junto con una camiseta de manga corta,  mis converse blancas,  por último mi ropa interior y me dirijo al baño a ducharme. 

Hoy me toca ir al instituto a ensayar una obra de teatro y luego tengo una comida familiar en casa porque dicen que va a  venir un amigo de la familia, que hace años que no lo ven y a vuelto para quedarse permanentemente. 

Me ducho con agua tibia, y un vez he terminado me envuelvo en una tolla y me seco con calma, me pongo la crema en el cuerpo y el desodorante y me visto,  por último me pongo las cremas en la cara y me seco el pelo, recojo el baño y bajo a desayunar. 

-Buenos días cariño.- dice papá 

-Buenos días.- respondo dándole un beso en la mejilla 

-Buenos días, mi vida.- dice mama poniéndome un plato de fruta en la mesa.- ¿irás así a la comida?- pregunta.- mira que es alguien muy importante 

-No es tan importante como dice tu madre, así estás perfecta.- dice papá dejando la taza en la mesa. 

-Por favor Dylan, no comiences que la tendremos- dice mamá en respuesta.- así estás bien, pero al ser una comida no vendría mal arreglarte un poco.

Asiento sin decir nada, ella no suele quejarse de cómo voy vestida, pero si es cierto que cuando se trata de comidas o de cosas relacionadas con la manada, le gusta que vaya algo diferente.

-Buenos días familia.- dice Ever apareciendo en la cocina 

Para tener solo quince años parece más mayor que yo, malditos genes de hombre lobo, este me da un beso en la frente y se sienta en la mesa a comer como si nada. Me da la sensación de que todos saben, incluido mi hermano, quién es la persona que va a venir y yo no tengo ni la menor idea. 

-¿vendrá también Lander?- pregunta mamá 

Lander es mi mejor amigo desde la infancia, es alguien indispensable  e importante para mi.

-Si, le pregunté y me dijo que le parecía bien.- respondo- justo hoy vuelve después de estar una semana fuera.

-Menuda la que se va a liar.- susurra papá 

Mamá le da un golpe en la nuca y este hace una mueca, nadie dice nada en respuesta y yo sin entender nada, termino el desayuno y me despido de ellos para terminar de arreglarme y salir al instituto. 

Estamos a inicios de primavera y por suerte no hace tanto frío como otros años, pero aún así le he robado una sudadera  Ever, son más grandes y calentitas.

Hoy en la comida vendrán los abuelos, Adalia  y Adrien, Edwin y Megan, junto con mis tíos  Denise y Adam, mis otros tíos Ben y Landa con mis dos primos Odi y Mery,   Kilian y su mate Mara, aún recuerdo su bonita historia de amor  y por todo lo que han pasado, mis bisabuelos Albert y Lauren que han estado de viaje y han vuelto hace poco, y esa persona tan misteriosa. 

Durante estos años, y lo que ha dado mi memoria, mi madre Ayra y mi tía Landa me han enseñado el arte de la magia y las plantas, mi madre a parte me ha enseñado el arte de la lucha  cuerpo a cuerpo y con armas, dice que si algún día me pasa algo que sepa como defenderme, recuerdo que un día estábamos lanzando cuchillos a una diana, ella me dijo que lo estaba haciendo bien que me concentrase en el objetivo y no dudase de mi, yo le pregunté porque tenía esa cicatriz en la cara y ella me dijo que era una cicatriz de guerra y que espera que yo no pasase por lo mismo, nunca le volví a preguntar porque la tenía ya que no me hizo falta saber lo que llegó a pasar, solo con verle los ojos lo entendí todo; también tengo sueños premonitorios, como mi madre,  incluso los he tenido estando despierta  mis ojos se vuelven de un azul tan frío que dan miedo. 

Al principio me daba miedo porque no entendía que me pasaba, pero a medida que pasaba el tiempo y escribía los sueños y veía que terminaba sucediendo, se lo contaba a mis padres y así podía ayudarles en algunas cosas e incluso a veces ellos mismos se han asustado cuando me han visto parada y con otros ojos, pero supieron porque era y no me volvieron  decir nada ni a presionar, hemos aprendido con el paso del tiempo porque me pasa y han aprendido junto a mi a  controlarlo y a saber que hacer cuando ocurre. 

Llego al instituto y me dirijo a mi taquilla a dejar las cosas y a por el día que me espera. 

***

Me miro al espejo y sonrío, me he puesto un vestido de manga larga estampado con mis botas camperas, me he recogido el pelo en una trenza de espiga y me he maquillado un poco, lista para la comida que me espera. 

Suena el timbre y bajo las escaleras, el resto de la familia ya ha llegado, así que solo queda Lander y la persona misteriosa. 

Abro la puerta y sin ver quién es me lanzo a darle un abrazo. 

-Vaya no me esperaba este recibimiento, pero muchas gracias.- escucho una voz ronca

Me separo de la persona que he abrazado y la miro, tiene los ojos rojos y una sonrisa un tanto peculiar. 

-Tranquila pequeña, no muerdo.- dice entrando- soy Seth. 

Este me tiende la mano  y yo se la estrecho un tanto incomoda, no tengo ni la menor idea de quién es. 

-Aura, ¿Quién es?- pregunta mamá llegando a la puerta.- Seth, por fin estás aquí, ¿Dónde está Áyax?- pregunta dándole un abrazo 

-Está fuera, dice que no se atreve a entrar si es posible ves  a buscarle  a ver si a ti te hace caso, mientras voy a saludar al resto de la familia, encantada de volver a verte pequeña Aura.- dice guiñándome un ojo. 

Yo lo miro sin entender nada, mamá sale por la puerta y yo me quedo estática ahí en el medio, me suena de algo y no tengo ni la menor  idea de dónde,  vuelve a sonar el timbre y esta vez si espero que sea Lander. 

-¡Lander!- grito mientras le doy un abrazo

Hacía una semana que no le veía porque se había tenido que ir por unos temas familiares. 

Escucho un carraspeo a mi espalda y me separo de Lander. 

-Aura, cariño te presento a Áyax.- dice mamá 

Me giro y me quedo parada al ver quien hay en la puerta, una sensación extraña me recorre el cuerpo  y me pongo nerviosa, sus ojos azules y su pelo moreno me recuerdan a alguien, su sonrisa es como si yo misma la hubiese hecho.

-Ya.- susurro 

Recuérdame (MTUH parte 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora