Capitulo 9

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Aura

Áyax me mira, sus ojos me escanean y yo lo observo en silencio, tengo tantas cosas que preguntarle y decirle, que no sé por dónde empezar.

— Muy bien, por fin estamos solos . — dice mientras se sienta en la cama. — No sé muy bien por dónde empezar, pero quiero que sepas que lo que te voy a contar, puede que cambie muchas cosas.

Asiento sin decir nada y colocándome mejor, le cojo de la mano y escucho todas las cosas que tiene que decirme.

— Me llamo Áyax, soy el hijo de Sibila y el jefe del clan Blood, mi padre nos abandonó cuando era pequeño y mi madre se hizo cargo del clan, de mi y de mi hermano Seth, él no es hermano de sangre pero sí de corazón. Conocí a tu madre cuando era una adolescente y recuerdo cuando me dijo que estaba embarazada y tu estabas en su vientre, cuando naciste supe que tu eras mi alma gemela, mi media mitad y compañera de vida. Tuve que irme durante unos años para solucionar un problema con otro clan y recuerdo cuando me despedí de ti y ahí supe que no te acordarías de mí. Cuando volví y te vi, esa parte de mi se volvió completa, habías crecido y sabía que no ibas a recordarme.--- hace una pausa y me mira, yo asiento para que continúe. — Aritz no es mi hijo de sangre, pero lo quiero como a tal, Noah mordió a su madre y esta no sobrevivió al cambio con tan mala suerte que dejó al pequeño solo, yo no dudé en cogerlo y traerlo al clan, y todos están de acuerdo con eso, lo adoran y darían la vida por él como lo harían por ti, su reina. Noah no lo está poniendo fácil y le di un ultimátum, lo que ha ocurrido hoy es lo mínimo que puede llegar a hacer, y aunque lo destierre se que volverá para vengarse y hacerte daño.

— Lo sé, hay cosas que no se pueden cambiar, porque así está escrito el destino. — respondo — te recuerdo, recuerdo todas las cosas que hiciste por mí, sabía que te conocía, era una sensación tan extraña y bonita que no quería dejar de sentirla. No sé cuándo ni cómo, pero hay cosas que no se pueden evitar, solo sé que quiero estar contigo y ese pequeñín.

Este me mira con lágrimas en los ojos y sin poder evitarlo, me lanzo a sus brazos para poder abrazarlo y me siento completa, siento como me recorre el cuerpo, su piel fría la siento caliente ante mi tacto, noto su respiración en mi cuello y la sonrisa y solo quiero que el mundo se pare en este instante y poder quedarme entre sus brazos toda la vida.

***

— Papá, estoy bien, no hace falta que vengas tooodo el rato.

Después de la charla en el hospital, y de pasar la noche en esas cuatro paredes, por fin ya estoy en mi cama durmiendo, me he leído la misma novela dos veces, Áyax ha traído a Aritz para que pueda pasar tiempo con él, aún me queda una semana para recuperarme de la pierna, las heridas que me hizo parece que no mejoran, pues algo tenía en las uñas, mi madre me dijo que podría curarlo con magia y tapar la cicatriz, le dije que no porque me recordaba que fui fuerte y no dejé que el miedo me venciese, y aunque no me dijo nada, se que eso mismo le dijo cuando le dijeron que con la magia, la cicatriz de la mejilla, desaparecería.

No me siento mal ante lo ocurrido, se que algo iba a pasar, y algo pasará, y no sé como terminará, pero se que Noah atacará a Áyax y aunque puedo avisarle, no puedo evitarlo y me duele.

Dejo a un lado el libro y estirándome en la cama, miro el techo y dejo que el sueño me venza, tal vez así pueden decirme algo.  

Recuérdame (MTUH parte 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora