• 𝑰𝑵 𝒀𝑶𝑼𝑹 𝑨𝑹𝑴𝑺 | ᴠɪᴄᴛᴏʀɪᴀ ᴅᴇ ᴀɴɢᴇʟɪs •

"Tempo al tempo"

Nessa

La luz que recibía a través de mis párpados me hizo enchinarlos y retorcerme entre las sábanas para sacar la tensión de mi cuerpo.

Abrí mis ojos lentamente y los rayos de sol me hicieron frotar mis párpados para lograr tener visibilidad.

Me senté sobre la cama en la que estaba recostada y observé con cautela todo a mi alrededor. Estaba en una habitación de un departamento.

Las paredes eran blancas, era una habitación iluminada gracias al ventanal que se encontraba al lado izquierdo de la cama. Era una habitación cómoda y moderna como casi toda la ciudad de New York.

Miré la mesa de noche junto a la cama y vi un vaso de agua junto con dos píldoras y una nota.
"Tómalas cuando despiertes :)
Att: Thomas tu mejor especialista en resacas"

Me hizo gracia leer la nota junto a las píldoras, las tomé y las pasé con un trago de agua. Intenté tomar mi celular que se encontraba en la misma mesa pero mi torpeza matutina me hizo tirarlo al piso.

Seguido del ruido de mi celular en el suelo, un sonido característico de una puerta al abrirse, se hizo presente en el silencio de la habitación.

Miré en dirección a la puerta para encontrarme con aquellos hipnotizantes ojos. Victoria se aseguró de que estaba despierta y luego entró a la habitación cerrando la puerta tras ella. Se sentó en un sillón delante de la cama y me miró.

-Buenos días, Nessa ¿te encuentras mejor?-

-Victoria. Mejor que anoche claro- dije para sonreír.

-Me alegro- dijo para guardar unos segundos de silencio y luego volver a hablar -Nessa, se que no me conoces y que tampoco te he dado motivos para confiar en mí-

-¿A qué te refieres?- interrumpo curiosa intentando descubrir la razón de su comportamiento. La rubia se limitó a suspirar y esperar unos segundos antes de seguir hablando.

-Los chicos se han mensajeado contigo y te han hecho sentir cómoda en estos días. Yo no he tenido alguna conversación contigo- dice ella.

-Pero, necesito que me cuentes qué pasó anoche, por favor- siguió diciendo.

Yo la miré y me limité a asentir para luego de eso contarle cómo habíamos llegado ahí y lo que había sucedido.

Me dolió revivir el momento de desesperación y la actitud ímpetu de aquel hombre al soltar mi agarre con fuerza.

La noche anterior, los ojos de aquel tipo estaban cargados de sed y avaricia irrazonable, me hizo sentir un miedo gigantesco al ver cómo se encontraba.

Victoria se encargó de escuchar en silencio y con atención cada una de mis palabras.

• • •

Estaba desayunando con los chicos, ellos me hicieron olvidar por un momento el suceso de la noche anterior.

Victoria se portaba tan alegre con ellos como lo hacían ellos lo hacían conmigo, sin embargo conmigo aún no se dirigía a pesar de ya no verme con desdén.

-¿Qué te parece el desayuno, Nessa?-

-Excelente, que buenos chefs son- dije para reír a lo que correspondieron con una risa.