"Respirare"

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Victoria

Cuando Luna terminó de fumarse su cigarrillo, nos levantamos y entramos de nuevo al bar.

Mi primera visión al entrar fue Nessa besando a Ethan. Algo golpeó mi pecho, algo invisible que solo yo había podido sentir pero que no había pasado realmente.

Luna y yo caminamos en su dirección para volver a reunirnos con los demás. Llegamos y comenzamos a balancear nuestros hombros al ritmo de la música.

Una voz en mi mente cantaba su nombre como una hipnotizante melodía de sirena. Mis ojos divagaban volviendo cada cierto tiempo a la castaña que se adueñaba de mis pensamientos.

Aún con las luces, el sudor, su pelo alborotado; nunca logra verse mal, es como una piedra preciosa que jamás deja de brillar por más escondida que esté.

Ahora, estamos de regreso al departamento en el que nos hospedamos, acabamos de dejar a Nessa en su hotel.

Mi mente no deja de pensar en ella por mucho que no quiera hacerlo.

-Hey Vic, ¿todo bien?- preguntó Ethan, quien por cierto acababa de besar a Nessa en ese bar.

-Todo bien, Ethan- respondí un poco más cortante de lo que hubiera querido.

No sabía porqué pero al mirar a Ethan sentí de nuevo ese golpe. Traté de apartar la mirada dedicándome a observar al exterior pero sentí como el pelinegro aún tenía su mirada sobre mí.

Tardó solo unos cuantos segundos en apartarla pero él de alguna manera sabe cómo me siento en este momento.

Llegamos al departamento y me encerré en mi habitación. Dejé todas mis pertenencias y tiré mis prendas al suelo dirigiéndome al baño.

Abrí la regadera y me senté en el suelo dejando que el agua cayera lentamente por mi pelo hasta caer en mis hombros y recorrerme completa.

De alguna manera esto siempre se siente tan terapéutico, empiezo a sentir que todo desaparece y cierro mis ojos dándome la oportunidad de no pensar en nada por unos minutos más que en el sonido de las gotas de agua rebotando en el azulejo.

Cuando llevaba ya varios minutos bajo el agua, seguí con el shampoo y todo lo demás que normalmente uso en la ducha.

Al terminar tomé una toalla con la cual me envolví, cobijándome de la brisa que golpea mi piel. Tomé otra y la pasé por mi pelo con suavidad, tratando de absorber toda el agua posible.

Después de la ducha me siento mucho más relajada y decidí dejar de pensar en todo lo demás y sólo tratar de relajarme.

Regresé a mi habitación, tomé un cambio de ropa interior y luego salí a la cocina. Ninguno de los chicos está aquí y todo está en silencio por lo que supongo que están dormidos luego de regresar exhaustos.

Tomé un vaso y me serví agua, tomándomelo todo en menos de un minuto. Me dirigí a la gran ventana a un lado de la sala del apartamento.

La abrí. El aire de New York no es tan refrescante como el de Italia pero al menos las luces son espléndidas.

Tomé un último respiro del aire de la ciudad y cerré la ventana.

• 𝑰𝑵 𝒀𝑶𝑼𝑹 𝑨𝑹𝑴𝑺  | ᴠɪᴄᴛᴏʀɪᴀ ᴅᴇ ᴀɴɢᴇʟɪs •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora