Capitulo 11.

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Espero estar haciendo bien dejando que entren en la vida de Kirian, me da miedo porque lo último que quiero es hacer daño a mi bebe, pero no he podido evitarlo. Nadie mas que yo ha visto la cara que ha puesto Tomás cuando se lo he dicho, incluso se puso a llorar cosa que hizo que yo llorara aun mucho mas. Nos quedamos a comer en mi casa mientras hablábamos de todo, me explico que su mujer, la madre de Ivan no había podido venir aun a causa de su trabajo pero que esta semana vendría ya y estaría contentísima de volver a verme. Con ella si que me lleve bien desde el principio, es una mujer increíble y con un gran sentido del humor, a ella si que me encantara verla de nuevo, pero me da miedo cuando vea a Kirian no quiero que piense que no se lo conté porque no quise. Aun que teniendo en cuenta que Tomás lo ha entendido a la primera seguro que ella también. Seguimos hablando de todas las peleas que nosotros tuvimos cuando yo aun estaba con su hijo y en ese momento si que nos reíamos los dos por lo tontos que habíamos sido al llevarnos tan mal. El me dice que aun se siente culpable de lo que nos paso a su hijo y a mi, piensa que si se hubiese llevado bien conmigo todo eso no habría pasado, consigo convencerle a medias de que eso no es así que nos paso eso porque nos tuvo que pasar y punto. Cuando nos damos cuenta ya son las 4 y le digo de ir a recoger a Kirian, se lo diremos poco a poco, aun que al final se tendrá que enterar de quien es su padre, no quiero mentirle pero el problema es que aun es muy pequeño y como dije en un principio no quiero que mi pequeño lo pase mal. Cojemos mi coche porque es donde tengo la silla del peque y nos vamos para casa de mi hermano, no vivimos muy lejos a 10 minutos en coche pero la verdad es que hoy estoy bastante cansada como para tener que irme andando.
Llegamos a la reja de casa de mi hermano, el si que tiene una casa enorme y jamás entenderé para que la quiere tan grande y con tanta gente trabajando para él. Pero oye al menos los trata a todos genial y les paga aun mejor, y sus trabajadores son encantadores siempre aun que estén trabajando vienen a saludarme a mi y a Kirian, le dicen que luego salgan el y Adrián para jugar todos, son increíbles se lo abran pasado viendo los dos enanos aquí. Aparco el coche fuera y bajamos, nada mas cerrar el coche noto como un pequeña cosa viene corriendo a abrazarme y no puedo evitar echarme a reír y empezar a darle millones de besos.
- ¡Mi niño! -sonrío mirándolo de arriba a abajo- ¡Como te he echado de menoooooos!
- Yo también te he echado muuuuuucho de menos mami -me sonríe mi bebe con esa carita de ángel que tiene aun que a veces puede llegar a ser un pequeño diablillo. En ese momento viene mi pequeño sobrino mirando al suelo y cuando levanta la vista le veo que esta un poco sonrojado.
- ¿Y a mi me has echado de menos tita? -me dice mi pequeño sobrino. Jamás se puso celoso de Kirian, ya que mientras estaba embarazada todo mi amor se lo llevo él, pero eso si jamás deje de tratarlo como lo trate desde un principio, para mi es mi pequeño bebe y entre los dos son las cositas de mis ojos.
- ¿Como no voy a echar yo de menos a mi pequeño sobrino? -le miro con una sonrisa y una ceja enarcada- Ven aquí a darme el abrazo mas grande jamás visto enano.
Viene corriendo hacia mi y me abraza también y entonces también me abraza mi hijo. Como no voy a querer a mis dos hombrecitos...
Miro por encima del hombro y veo como sale mi hermano Cristian vestido con unos vaqueros y una camisa gris, siempre va guapísimo pero para que mentirnos mi hermano siempre ha sido guapísimo. Me levanto del suelo y voy a abrazarlo también.
- ¿Que haces con tu ex suegro? -me susurra al oído.
- Ha venido hoy a pedirme perdón y lo he perdonado -le miro con una sonrisa- aun que también le he dicho que puede hacer de abuelo como Dios manda de mi hijo y tenemos que decírselo, así que me voy a llevar al enano a casa para contárselo y luego te llamo.
- Vale -me mira fijamente- Pero me llamas luego si o si, quiero saber que ha pasado.
- No te preocupes hermanito, hoy no pienso matar a nadie -le sonrió y me doy la vuelta después de guiñarle un ojo y ver como el los pone en blanco.
- Algún día de estos me da un infarto y es culpa de ella -susurra pero yo si que llego a escucharlo y empiezo a reírme. Me agacho y le doy un beso a mi sobrino en a frente.
- Mi niño -le digo sonriendo- nosotros nos tenemos que ir pero esta noche llamo para ver cuando te vienes a mi casa si o si y nos vamos a donde queráis ¿vale?
- Vale tita -me sonríe y a mi se me cae la baba, ¿como no se me va a caer con estas cositas tan bonitas? Me da un abrazo y va hacia su padre dandole la mano.
Cojo a Kirian en brazos y lo voy sentando en su sillita, cuando he acabado me despido con la mano de ellos y montamos Tomás y yo en el coche para dirigirnos a mi casa.
El camino se nos hace corto y mi pequeño no para de contarnos todo lo que ha echo en un día con su primo en casa. Al parecer han jugado a todo lo que os podáis imaginar y SOBRE TODO han visto su serie (vamos Inazuma Eleven). Dejo el coche en el garaje y los llevo hasta el comedor de casa para poder explicarle al pequeño quien es Tomás, ya que me ha preguntado un par de veces. Nos sentamos todos en el sofá y a Kirian lo dejo sentando encima mía para poder abrazarlo si hace falta.
- Haber cariño, me has preguntado quien es él ¿verdad? -le miro fijamente viendo sus reacciones.
- Si mami -me mira primero a mi y luego a Tomás.
- Haber cariño, él es tu abuelo Tomás -le dijo esperando ver su reacción. Pero la única que tiene es que le sale una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Eres mi yayo? -le pregunta mirándolo mientras sonríe.
- Si, si que lo soy pequeño -Tomás no puede parar de sonreír y le puedo ver como aguanta las ganas que tiene de llorar. En ese momento mi pequeño se deshace de mis brazos y corre hasta su abuelo para darle un abrazo de oso. En ese momento si que puedo ver como se le escapan las lagrimas son pararlas. Kirian se aparta un poco para mirarle y hace la pregunta que jamás me imaginaria.
- Entonces tu eres el papa de mi papa -me mira primero a mi y luego a Tomás- entonces, ¿quién es mi papa?
Se me cae todo al suelo por no saber que decir, jamás me había preguntado por su padre y no se porque, ya que a esa edad los niños están muy preguntones. Pero Kirian jamás lo había echo hasta ese momento. Entonces veo por mi rabillo del ojo que hay alguien en la puerta y me doy la vuelta cuando escucho...
- Yo pequeño, yo soy tu papa...

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Foto multimedia: Adrián.
¡Espero que os guste, besos! ^^

Solo te tengo a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora