Mientras la lluvia cae a través de la ventana del auto, mi madre me explica las expectativas de la vida para llegar a ser exitoso, y yo solo apunté mi vista hacia la tranquila y fría lluvia.
—Tienes que esforzarte para conseguir buenas notas, e ir a una buena universidad —Gira su rostro hacia mí—. No es tan complicado cariño, solo... Sé tú misma.
Aquellas palabras de mi madre, duelen como una daga recién enterrada. Cualquier persona puede pensar que tengo la siguiente vida perfecta con estas simples razones: Nací en una cuna de oro, tengo dos padres que me aman, e incluso soy la mejor estudiante calificada.
Sin embargo...Todo era una mentira.
En realidad, mi vida no es tan perfecta como los chicos de mi escuela creían. Al final; el dinero, los lujos, y las apariencias no valían nada. A diferencia de la mayoría de personas que conozco, sus días son azules y alegres; pero los míos son grises y llenos de melancólia.
Ahora que lo pienso... fue realmente inútil haber intentado convencer a mi madre de no haber ido a ese infierno de escuela.
¿A quién engaño?
Ella es demasiado meticulosa y quiere que nunca falte a clases.
Para ella es muy importante que yo me convierta en la gran mujer exitosa que todos sueñan, exactamente Igual que ella.Mis pensamientos son desvanecidos por la fuerte voz de mi madre diciendo mi nombre, y volteo mi rostro mirándola con atención.
—¿Zoey?, ¿Estás escuchándome? —inquiere molesta.
—Si madre... Todo el tiempo.
Cierro los ojos y suspiro asintiendo.
—Claramente no parece ser así. Parece... que estás en otro "mundo".
—Créeme mamá, ya quisiera estar en el país de las maravillas —resople con una pizca de ironía junto a una risa.
—Deberías dejar esos libros y concentrarte en la escuela —suspira, negando—. Bueno... Cambiando de tema, tengo que decirte algo importante.
—¿Algo importante?
Alzo las cejas y pongo mis manos sobre mi mentón, centrando toda mi atención en ella.
—Tú hermano volverá a los ángeles.
Mis ojos se abren de forma pasmada, sintiendo como aquella puerta de la "esperanza", se abre con esplendor.
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Prometo no olvidarte
RomanceDicen que después del caos, llega la calma; pero aquella calma de la que tanto hablaban nunca llegó, no hasta que lo vi de nuevo. Aquellos ojos azules llegaron devuelta a mí, protegiéndome como si fuera mi Ángel; y sí que lo era, él era mi Ángel gua...