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Leila
Estaba esperando a que los chicos salieran a calentar mientras Sira iba a por unas bebidas.
Al poco llego y no vino sola.
-¡Hola!- dijo una morena más alta que yo y muy guapa- ¿que tal?, soy Ana, encantada.
-¡Hola!, Leila, igualmente- le dije yo amablemente.
Sira estaba callada y yo me confundí, ya que esta mujer callada no estaba nunca.
-Me suena tu cara- dijo Ana, haciendo que yo quitara la vista del campo esperando a que salieran mis chicos.
-Pues no sé- dije yo riéndome- puede ser por mi padre o por la redes sociales.
-¿Tu padre?- dijo.
-Navas, Jesús Navas- le dije yo y ella dijo un Ahh, con la cabeza y se puso a mirar al campo.
Mire a Sira y ella me miró girando los ojos, yo la miré preguntando que qué pasaba y ella me señaló a Ana con la mirada.
Vi como salían a calentar los chicos y Gavi miraba para nosotras.
-Es guapo eh- dijo Ana mirandome- ¿o no te parece guapo, Leila?- dijo remarcando mi nombre.
-Si, Ana, el chaval es guapillo- dije yo, no me iba a achantar con nadie, menos con esta.
El partido fue muy ajustado, Croacia fue un hueso duro de roer. Durante muchas fases del encuentro, los croatas fueron mejores, pero no inquietaron a Unai Simón más de lo que lo hizo España con Livakovic. De hecho, la parada más clara del partido no la hizo ninguno de los dos porteros, sino Perisic, que le negó el gol a Ansu Fati con un pie salvador sobre la línea en el 83'.
La selección española fue mejor en la prórroga, pero no fue capaz de marcar gol a los croatas.
Así que no nos quedo de otra que ir a penaltis.
Estábamos todos que estallábamos, estaba siendo un partido muy difícil y todos los presentes lo veíamos.
Empezó Croacia, gol de Vlasic. Siguió España, gol de Joselu, fuerte y por arriba. Brozovic engañó a Unai y acabó dentro, gol. Rodri seguía, exactamente igual a Brozovic, gol. Modric tiro, gol, al centro y por arriba. Mikel Merino tiró, gol. Majer seguía y menos mal, Unai paró el disparo.
Ibamos 3-3 estábamos toda la grada expectante.
Seguía Asensio, gol. Le siguió el croata Perisic, que marcó.
