capitulo 5

963 99 15
                                    

Escuché los gritos de rengoku llamándome por mi nombre, yo estaba agachada, nadie me podía ver desde dónde me encontraba

Rengoku: mierda… -entró- shinjuro, t/n se arrancó…

T/n: estoy acá abajo tarado -le grité debajo de la isla de la cocina- ¿Cuál es la sartén que necesitas Senjuro?

Uzui: ¿Está aquí?

Escuché varios pasos más acercándose, me asomé por la mesa mirando a todos con el ceño fruncido.

T/n: ¿Ya terminaron de decidir cómo me van a matar?

Rengoku: ¿Qué hace acá? -caminó hacia mí, me puse de pie con la sartén en la mano- se supone que iba a ir a la sala para hablar

T/n: ¿De que voy a hablarles yo? Si parece que ustedes son los que deciden pero les aseguro, no se las pondré fácil -tuve un subidón de ira, cosa que nunca me había pasado antes, era súper calmada en todo momento, respiré- solo quiero irme a casa y encontrar un nuevo trabajo y que dejen de drogarme, no diré nada de su secta, lo juro

Miré a rengoku, sus ojos me daban a entender que me entendía, relajó los hombros

Sanemi: no tienes derecho a hablar niña -pasó delante de Rengoku- vas a hacer lo que te digamos

T/n: primero, mi nombre es t/n t/a, y no soy una niña….

Sanemi: harás lo que nosotros te digamos -se acercó peligrosamente- me escuchaste ¿Demonio? -pasó de largo a tomar un vaso de agua

Uzui: no te pases…

Todos se quedaron en silencio cuando rápidamente tomé un cuchillo y lo lance al lado de su cabeza, quedó incrustado en el carísimo mueble, no lo había pensado, dejé que la ira y la rabia se apoderara de mis sentimientos y lo hice por instinto. De inmediato me había arrepentido, pero no iba a dejar que lo notara, cuando él se dió vuelta a mirarme furioso me acerqué para que no diera ningún paso.

T/n: cuida tu cabeza, por qué antes de que corten la mía iré por la tuya

Y le giré para irme al cuarto en dónde había despertado

.
.
.

Si pensaba que me iba a ganar un reproche por mi mala conducta estaba totalmente equivocada

Uzui: Eres. Una. Reina -entró a la habitación y se lanzó a mi lado en la cama- eso fue brutal

T/n: ¿No están enojados? -dije sorprendida

Uzui: furiosos… por lo menos sanemi e iguro, los demás no

T/n: ustedes son raros -no sabía el por qué, pero con él me sentía segura, aunque solo un poco- ¿Todo lo que dicen es verdad?

Uzui: sé que es difícil de creer, pero te aseguro que es tu mejor opción ahora -sonrió amable-

T/n: necesito ver lo que me dicen para saber si es cierto, necesito ver a esos demonios

Rengoku: imposible -entró a la habitación, el vello de mi cuerpo se erizó al instante- tiene que tomarse una medicina que shinobu preparó.

T/n: imposible -no le tomé atención a la pequeña pastilla morada que me estaba entregando junto al vaso de agua- ¿Por qué imposible?

Rengoku: no la pondré en peligro -volvió a mirar las cosas que tenía en sus manos para que las tomara- tome

T/n: ¿No se supone que yo soy dueña de mi propia vida? Yo sé cuál es el riesgo que quiero tomar y para no pensar que están locos necesito ver eso de lo que me hablan

Rengoku: No -dijo aún más firme- tome esta pastilla

T/n: no confío en ti -le dije mirándolo a los ojos- no si me tienes de rehén

Rengoku: no es una rehén señorita t/n, solo queremos ayudarla

T/n: no lo parece…

Rengoku: daría mi vida por usted -sonrió, noté que mis mejillas estaban tomando color ante esa sonrisa-

Nos quedamos en silencio unos segundos mirándonos, podía escuchar mi corazón latir en los oídos, sus ojos no se despegaron de los míos y su sonrisa no se borró, creo que hasta se me había olvidado respirar hasta que…

Uzui: ¡ay amigo! Si no te conociera diría que eso parece una declaración de amor

Rengoku agrandó aún más su sonrisa y lo miró

Rengoku: no seas idiota, es mi trabajo, se lo prometí al patrón -volvió a mirarme- tómala, por favor

Mi rostro se puso rojo por qué yo sí pensé que me estaba mirando de otra forma, así que tomé la pastilla, la puse en mi boca y tomé un gran trago de agua

Rengoku: gracias -tomó el vaso de agua y se dirigió a la salida- vamos a comer algo, shinjuro tiene todo listo

Uzui sé levantó de la cama para caminar a la salida y se me quedó mirando cuando no los seguí

Uzui: ¿No vienes?

T/n: no creo que sea bien recibida en la cocina -antes de que dijeran cualquier cosa, añadí- además tengo sueño, quiero dormir

Rengoku: Está bien, hábleme si necesita algo, estoy a su servicio

Cerraron la puerta y saqué la pastilla de debajo de mi lengua

T/n: si creen que volverán a drogarme están locos

Volví a revisar la habitación y encontré dinero en el cajón de la mesa de noche, mucho dinero, saqué lo suficiente para irme lejos y arrancar de esta secta, ¿Que estuvieran preparados para la posibilidad de que me arrancará? Si, pero confiaba en lo “buen chico” que parecía ese tal Rengoku y que creyera en mis palabras. Esperé unos minutos recostada en la cama con la espalda hacia la puerta haciéndome la dormida, vinieron a verme seis veces antes de dejar de insistir y luego arranqué por la puerta delantera sin que nadie me viera.

.
.
.

decisiones (rengoku x t/n)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora