¿se puede amar aún sabiendo que las cosas pueden salir mal?
una chica que cae en un problema gigante, un chico que está empeñado en no entregar su corazón a cualquiera porque en cualquier momento puede morir por su trabajo.
ambos se cruzan y aunque...
t/n: mierda -me cubrí con el abrigo, la noche estaba fría y oscura- no tuve que haber venido a pie -regañé entre dientes
iba caminando por la avenida principal de camino a mi apartamento, había sido un dia largo en la oficina y de tanto estar delante de una computadora y llamando a gente insoportable ofreciendole un seguro de salud, la mayoría me cortaba y solo 10 personas se quedaron escuchando, y dos me aceptaron, el jefe me regañó y yo me quedé en silencio, era mejor eso que intentar protestar y que me despidan, tengo 20 años y a los 19 empecé a trabajar, alguien como yo no se puede dar el lujo de estudiar y mantener un apartamento y las cosas básicas, no sin redes de apoyo.
Estoy sola en el mundo.
ya me estaba doliendo la cabeza y pensé que tomar un poco de aire frío iba a ser bueno, pero estaba tan helado que ahora me dolían los huesos, solo quiero llegar a casa y sacarme los tacones.
aún me quedaba como 30 minutos de camino a casa cuando se me cayó la bufanda por el viento y me agaché a recogerla
t/n: ¡Dios! -sentí una punzada en el cuello, me lo toqué inmediatamente y sentí como caía un hilo de sangre- ¿Que carajo…?
alcé la mirada y me puse de pie, en la vereda del frente había dos tipos mirándome, y la verdad es que no sé si es que ya estoy alucinando o algo parecido, pero noté que sus ojos brillaban en la oscuridad, un escalofrío recorrió mi espalda.
aclaré mi garganta, subí el cuello de mi abrigo y empecé a caminar lo más rápido que pude mientras revolvía mi bolso en busca de mi celular, ahora lo único que me faltaba era que me asaltaran
empecé a escuchar sus pasos y sus risas cada vez más cerca, mi corazón se empezó a acelerar, mi cuello empezó a arder, sentía las piernas cada vez más débiles y en un instinto de supervivencia (o tal vez de idiotez) doblé en una esquina hacia un callejón oscuro, pero si lograba esconderme de esos dos iba a estar a salvo.
x: ¿dónde se metió? -aunque estaban lejos, los podía escuchar
x2: no lo sé, pero no debe estar muy lejos, busquemos
aferré mi bolso a mi pecho mientras mi respiración se aceleraba
x: por el callejón
estoy muerta, pensé
dí unos pasos despacio, en mi espalda se encajó una manilla de una puerta y por reflejo la giré, para mi suerte cedió y me dejó el paso libre para entrar a un edificio abandonado, estaba todo oscuro, cerré despacio y caminé hasta llegar a otra pared y en la oscuridad encontré la puerta, la abrí, con la luz de la linterna de mi celular alumbré para asegurarme de que no hubieran ratas
y no habían
había otra cosa…
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10 personas con traje formal (en la imagen falta sabito)
8 hombres
2 mujeres
y otro amarrado a una silla con el rostro ensangrentado, y creo que no estaba respirando
x: mierda -masculló un tipo bajo con heterocromia mientras se giraba a mirarme, todos hicieron lo mismo
x: ¿qué hacemos ahora? -dijo otro de cabello blanco y cicatrices en la cara
mis manos empezaron a temblar y el celular se me cayó al suelo, dí varios pasos atrás para poder salir de ese lugar, estaba siendo testigo de un asesinato, pero antes de llegar a la puerta sentí un viento fuerte pasando por mi lado y luego choqué con un muro, caí al suelo
las luces se encendieron y ví a un chico alto de cabello blanco
x: ¿a donde crees que vas? -sonrió coquetamente-
t/n: y-yo, les juro que no vi nada -retrocedí en el suelo- les juro que no diré nada, y-yo… oh dios, no me maten
x: dame una razon para no hacerlo -dijo el tipo dando un paso hacia mi y las lágrimas empezaron a caer por mis ojos
x: por dios Uzui, no seas tan idiota -escuché la voz de un chico que se venia acercando y se agachó a mi lado- no tema, no le haremos nada -me quedé en silencio mirandolo- soy rengoku, kyojuro rengoku -sonrió, sus ojos querian darme tranquilidad, pero las manchas de sangre de su camisa me decian que corriera, suspiró- debe estar en estado de shock, shinobu, por favor
x: claro -dijo una chica que supuse que era a quien había hablado- mañana no recordará nada
rengoku: todo estará bien señorita -volvió a mirarme y a sonreír, su amabilidad contrastaba con todo lo que estaba mirando- ¿me podria decir como se llama?
traté de hablar, pero sentía la voz rasposa y la garganta seca
uzui: ¿está bien? -dijo el chico con el que había chocado en la puerta- no tiene buen semblante
rengoku: claro -le pegó en el pecho- con el susto que le diste
uzui: ¿que susto? yo no hice nada
sentí como alguien se estaba quejando y miré al lado, la visión ya se me estaba volviendo nublada
ví como una chica de cabello rosa enterraba una especie de espada en el estómago del tipo de la silla quien gritó
rengoku: no mire -me tomó el rostro- no es lo que cree
t/n: yo…
rengoku: ¿si? -esperó a que le respondiera pacientemente
no puedo creer que alguien que está cubierto de sangre puede ser tan atractivo, no puedo pensar esto de un asesino, debo estar loca
shinobu: está listo, descubre su brazo, le inyecto esto y mañana no recordará nada
rengoku: lo siento señorita -me trató de subir la manga del abrigo, pero quite sus manos con la poca fuerza que me quedaba- no quiero hacerlo por las malas -dijo amablemente- pero necesitamos… -como pude despejé mi cuello y mostré la herida que ni siquiera yo había visto, no sabia por que estaba confiando en ellos, pero supe de inmediato que había sido la decisión correcta cuando el chico palideció y miró a la chica que tenía al lado- mierda -dijo entre dientes y me tomó antes de que mi cuerpo chocara contra el suelo por que me había desmayado.
