Lo que vino a continuación no fue bonito, ya que vomité hasta lo que no había comido, se me fue el alma entre arcadas tratando de alejarme de los cuerpos de aquellos… demonios y de la pobre chica que ya estaba con un plástico negro encima. Todos los tipos que estaban en la casa de rengoku llegaron, y otros más también haciendo una limpieza de toda la sangre derramada y de lo que salió de mi boca.
X: señorita -me dijo un chico joven- necesito ver esa herida en su frente
T/n: estoy bien -dije abrazandome a mi misma- no te preocupes por mí -me senté en el suelo con la espalda apoyada en una pared, de la herida seguía corriendo sangre que limpiaba con mi manga
X: le juro que si no me deja me meteré en problemas -me suplicó- por favor
T/n: le diré a quien sea que hiciste un buen trabajo, solo… no quiero que nadie me toque
Rengoku: Murata -se acercó- yo me encargo, tú vé a ayudar a los demás
El chico le entregó las cosas a rengoku que se sentó al frente de mi y me tomó la cara con una mano suave pero firme y me miró la herida de la frente. Ni siquiera puse resistencia, y me tragué el alarido cuando limpió la herida en silencio y me puso una venda cuando terminó, hizo el intento de colocarse en pie
T/n: ¿no me dirás nada? -le dije levantando la barbilla esperando su reproche
Rengoku: ¿Qué quiere que le diga? -se volvió a sentar- estuvimos todo el día buscándola, desplegaron a todos estos hombres para encontrarla, dejaron sus puestos de vigilancia señorita, por usted, ¿Que quiere que le diga frente a eso?
Me demoré dos segundos en entender, miré el cadáver de la chica y sentí una punzada de culpa
T/n: deberías entenderme, no pensé que todas esas locuras que me decías eran verdad, aún no sé si lo creo, aunque lo ví con mis ojos -sentí una lágrima rodar por mi mejilla- nunca quise que matarán a nadie por mi culpa.
La expresión dura de rengoku se suavizó y tomó mi mejilla con su mano
Rengoku: no, yo no la estaba culpando de la muerte de esa chica, es una pena, pero no es su culpa, quizás debí ser más… cuidadoso al contarle todo
Puse ambas manos en mi rostro y los sollozos salieron sin control de mi boca, sentí como rengoku me envolvía entre sus brazos y acariciaba mi cabello tratando de tranquilizarme.
Volví sin oponer resistencia a la casa de rengoku, el camino fue eterno en el vehículo de Uzui, los demás se dirigían a la casa de rengoku en vehículos aparte y al llegar senjuro me recibió como un abrazo
Senjuro: me alegro de que estés bien
T/n: gracias -miré a rengoku- ¿Me puedo ir a dormir?
Rengoku: si claro -me ofreció una sonrisa tierna- cualquier cosa me habla
Intenté caminar, pero la voz de sanemi me cortaron el paso
Sanemi: ¿Dónde te habías metido?
Me giré, todos estaban mirándome
T/n: caminé por el bosque, cerca de la carretera
Todos fruncieron el ceño pero no dijeron nada
Sabito: ¿Y caminaste hasta la ciudad?
T/n: la mitad del camino, la otra mitad fue en motocicleta
Uzui: ¿Motocicleta?
Todos estaban aún más serios
T/n: un chico me encontró en el bosque y me llevó hasta la ciudad
Rengoku: un… chico -repitió de pronto tenso- ¿Cómo era ese chico?
T/n: -miré hacia el techo recordando- alto, fuerte, pelo rosa, demasiado guapo… -los miré nuevamente- se llamaba Hakuji
Silencio por unos segundos hasta que Rengoku volvió a su sonrisa amable
Rengoku: está bien, gracias, que descanse
T/n: gracias a ti… por salvarme la vida
Y me fui a la habitación cayendo rendida en el sueño más horrible que haya tenido, tuve pesadillas que se repetía una y otra vez, viendo cómo le cortaban el cuello a la pobre chica y yo sin poder hacer nada
Me levanté muy sudorosa y con el cuerpo adolorido, eran las 6 de la mañana, los primeros rayos del sol empezaban a colarse por las ventanas de la habitación de rengoku y no pude volver a conciliar el sueño, fui a la que se supone que era el closet y saqué algunas toallas para meterme en la ducha que había en la habitación
El agua estaba hirviendo, pero sentía cierta satisfacción al sentir el agua resbalar por mi cuerpo.
Luego de varios minutos me fui de vuelta al closet para cambiarme ropa, pero apenas entre distraída choqué contra alguien, caímos al suelo, las toallas salieron volando y ambos, rengoku y yo quedamos en el suelo desnudos, su cuerpo contra el mío y un gran bulto que presionaba la parte baja de mi vientre
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decisiones (rengoku x t/n)
Fanfic¿se puede amar aún sabiendo que las cosas pueden salir mal? una chica que cae en un problema gigante, un chico que está empeñado en no entregar su corazón a cualquiera porque en cualquier momento puede morir por su trabajo. ambos se cruzan y aunque...