— ¡Satoru, detente! — Gritó una muchacha de cabellos rojos mientras se aferraba a la cintura de su amigo albino.
Estaban a punto de pasar a toda velocidad sobre un gran charco de agua en su bicicleta, iban a ser bañados por el agua del suelo.
Él solo carcajeo y pedaleo más fuerte hasta que empezaron a pasar sobre el charco, salpicando agua por todos lados. Satoru grito con emoción, quito sus pies de los pedales y estiro sus piernas, Sayuri por el contrario gritó por el frió del agua, intentando esconder su rostro en la espalda del más alto.
— ¡Estas demente, Satoru! — Le soltó un pequeño golpe en su espalda una vez que se detuvieron, la ropa, cabellos y zapatos de ambos estaban empapadas.
— ¡Que divertido! ¿Volvemos a pasar, paletita? — Él le miro divertido a través de sus oscuros lentes salpicados por agua. Los ojos verdes de Sayuri chocaron con los azules de él, causándole un sonrojo; aquellos ojos siempre la ponían nerviosa.
— ¡Estas loco, Satoru! — Exclamo Shoko cuando llegó hasta ellos en otra bicicleta siendo manejada por Suguru. — ¡Mira como dejaste a Sayuri!
— ¿Qué? Pero si fue divertido, ustedes son unos aburridos.
— Por algo Shoko no quiso subir a la bicicleta contigo. — Murmuro Sayuri mirando con el ceño fruncido al albino.
— ¡Oye! Admite que fue divertido. — Él miro indignado para después sacarle la lengua. — Solo fue un poco de agua, con este calor nos cae muy bien.
— Insisto, a este paso Sayuri no va a desear juntarse con nosotros más. — Habló Suguru quien miraba a su amigo con diversión. — Vete despidiendo de tu amiga, Shoko
— ¡Sayuri por favor no me vayas a abandonar con estos dos! Yo de verdad te amo amiga mía, prometo defenderte a capa y espada de estos tarados. — Fingió llorar mientras estiraba los brazos en dirección a su amiga.
— Basta Shoko, no dije que dejaré de juntarme con ustedes, para mi es agradable y fue increíble poder trabajar hoy con ustedes.
— Pero si no hiciste nada.
— ¡Ay, Satoru de verdad cierra la boca! — Shoko le miró molesta. — Sayuri aún es de primer año, pero es lo suficientemente buena como para comenzar a tener misiones de mayor grado y con nosotros, aún está mejorando tu técnica.
— Déjalo Shoko, él ni siquiera domina su infinito. — Suguru recogió una pequeña piedra del suelo, lanzándola a la cabeza a Satoru.
— ¡Auch! ¡Oye!
Ambas féminas rieron por la pequeña disputa que empezaron ellos, Satoru se sobaba la cabeza mientras le alegaba a Suguru.
— Oigan vayámonos ya, me muero de hambre, vamos al comedor de la escuela, hoy harán pastel de carne. Dale ya, pedalea. — Shoko golpeo la cintura del pelinegro con ambas manos.
— Eres una fastidiosa, ¿por qué solo vinimos en dos bicicletas? — Suguru comenzó a pedalear, siendo imitado por su amigo al instante.
— Porque era lo que había y porque para eso están ustedes, para llevar a estas dos bellas damiselas a donde quieran.
— Yo solo veo a una bella damisela, no a dos. — Le respondió Satoru mientras observaba a Sayuri de reojo, quien se sonrojo al instante.
— ¡Satoru no seas grosero! — Sayuri defendió a su amiga. — Shoko es muy bonita.
— ¿De qué hablas? ¿ya viste la cara de pedo que se carga?
— ¡Ven aquí que voy a golpearte! — Shoko se puso de pie sobre los soportes para pies traseros de la bicicleta, aferrándose a los hombros del pelinegro para no caer.
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𝐒𝐚𝐭𝐮𝐫𝐧𝐨 || 𝗚𝗼𝗷𝗼 𝗦𝗮𝘁𝗼𝗿𝘂
Fanfiction"Quiero que te quedes está noche, que me hagas parte de tu historia, quiero que te quedes para siempre, Satoru..." Sayuri está de regreso en la academia de hechiceros donde tendrá que ver de nuevo aquellos ojos azules que tanto la volvían loca. Que...