25

600 62 103
                                    

Inicios de 2018, presente.

Un ambiente tenso rodeaba a ambos jóvenes adultos quienes se encontraban sentados uno frente a otro, ambos con un vaso desechable de café entre sus manos. Ninguno decía nada desde hace unos cinco minutos, después de que el albino ingreso en el hogar temporal de ella.

Él tenía la mirada en sus manos, se veía serio, tenso, con un deje de desesperación y arrepentimiento en su mirada. Estaba tan desquiciado por el regreso de aquella pelirroja que estaba buscando dejar de lado su orgullo y arrogancia, formulaba en su cabeza la forma de empezar con aquella conversación que había pendiente entre ellos desde hace poco más de un año.

Ella por otro lado no se sentía preparada para este momento, ¿alguna vez lo iba a estar? Probablemente no, de igual forma, no sabía que esperar con exactitud de aquel albino de ojos color cielo. Las cosas con él siempre eran una enorme incógnita, más ahora que su confianza en él era muy poca, por no decir nula.

Ambos levantaron la mirada al mismo tiempo, el verde y el azul de aquel par de miradas que al unirse formaban un precioso color turquesa, en su mirar se fusionaban una extraña mezcla de emociones, miles de sentimientos encontrados, destellos del montón de recuerdos compartidos.

— Sigues igual de preciosa aún con el cabello largo. — Dijo él repentinamente, ella le miro desconcertada, abriendo grande los ojos. Un cosquilleo suave recorrió su espalda. — Aunque siempre me gusto verte con el cabello corto.

No respondió nada al instante, se tomó un momento y suspiro. — Lo sé...

— Sé lo molesto que fui con esto, pero enserio quiero que me escuches y que hablemos sobre nosotros, Sayuri-

— No hay un nosotros, Gojo. — Le cortó de tajo, mirándole con el ceño ligeramente fruncido. — Te dejo en claro que no hay un nosotros desde hace mucho, pero aun así dejare que hables.

Gojo le miro con tristeza, sus ojos afligidos la miraban de forma atenta mientras la escuchaba, ¿a dónde había ido su pelirroja de ojos brillantes y corazón radiante? Ella lucía tan diferente a lo que recordaba.

— Sí, lo sé, es solo un decir por lo que pasó. Déjame hablar. — Expresó dolido. — Tú... te fuiste, te fuiste sin decir nada, te fuiste luego de lo que pasó con Geto. Me dejaste, Sayuri, nos dejaste a Megumi y a mí, ¿sabes lo desconcertante que fue recibir múltiples llamadas desesperadas de él, regresar y no encontrarte? No entendía nada, cuando llegué a la casa ... tus cosas no estaban, solo encontré una triste carta.

— ¿Y qué esperabas que hiciera? Llegué a mi límite.

Él le miró incrédulo. — Pues no haberte ido así como si nada. No sabes lo doloroso que fue, me puse desesperado y como un desquiciado intenté buscarte-

— ¿Y tú sabes lo dolorosos que fueron todos esos últimos meses a tu lado? — Interrumpió de nuevo. En su mirar había dolor y enojo. — Luego de la muerte de Tsumiki todo fue un caos Gojo, tú y yo no estábamos bien, y tú te negabas a escucharme, fuiste un egoísta.

— ¿Y tú no fuiste egoísta al haberte ido así? — Contraataco molesto.

— ¿De esto se trata? ¿de ver quién hizo o quién no? — Respondió igual de molesta.

Satoru se detuvo un segundo, mordiendo su lengua, las cosas no debían ser así, solo terminarían peor. Negó lentamente entre suspiros. — No, claro que no, perdón, no iba por ahí y-yo solo quería hacerte saber como me sentí, lo que he sentido y pensado durante tú ausencia...

Sayuri también suspiro para guardar la calma, dio un sorbo de café antes de regresar su atenta mirada a aquel albino de metro noventa. Su silencio fue la señal para que él comenzara a hablar.

𝐒𝐚𝐭𝐮𝐫𝐧𝐨 || 𝗚𝗼𝗷𝗼 𝗦𝗮𝘁𝗼𝗿𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora