13

1.6K 134 185
                                    

— ¡Nanami! ¿A quién quieres más? ¿A Sayuri o a mí? — Yu agarro al rubio por el brazo mientras yo me colgaba en el otro.

— Ninguno de los dos es de mi agrado. 

— ¡Ya dilo! No tienes que fingir no tener favoritismo, que importa si terminas hiriendo a esta flacucha.

— ¡El flacucho eres tú! — Exclame hacia el castaño que me sacaba la lengua.

— ¿Quieren soltarme? Juro que los voy a ahorcar a ambos si no me sueltan.

— Uy, ¿premio o castigo? — Solté una carcajada ante lo que dijo Yu y volví a carcajear al ver la cara de descontento del otro. 

Acabábamos de bajar del metro, regresábamos a la escuela para entregar nuestro informe de la misión.

Después de cumplir con nuestro deber fuimos a comer algo los tres juntos y desde entonces habíamos comenzado Haibara y yo a molestar a nuestro querido rubio, el pobre sinceramente nos aguantaba mucho porque últimamente solía unirme mucho a las bromas y ocurrencias del castaño.

— ¡Déjenme ya! — Nanami agito sus brazos logrando que lo soltáramos y comenzó a caminar más rápido, yendo delante de nosotros.

— Insisto pecosita, Nanami me quiere más a mí. — Insistió mi amigo, sonriendo con autosuficiencia.

— No lo creo, es obvio que Namin me aprecia más a mí, yo incluso le he dado un beso. — No era total mentira, no había besado al rubio en los labios, pero si había besado una de sus mejillas semanas atrás que me hizo un favor ayudándome con una tarea que definitivamente me estaba volviendo loca. Aquel día Suguru no estaba para pedir su ayuda ya que, él es quien usualmente me ayudaba con problemas matemáticos que se me dificultaban.

— ¿¡Cómo que le has dado un beso!? — Yo asentí sonriente, divertida por su expresión y por como había creído mis palabras. — ¡Yo también quiero darle un beso! A mí me quiere más, me va a besar con más ganas.

Haibara corrió para alcanzar a Kento que nos había dejado atrás. Yo corrí tras de ellos también para observar la estupidez que estaba por cometer mi amigo.

— ¡Nanami, yo también quiero un beso! — El castaño se lanzó sobre el de cabellos rubios, sacándole un buen susto por el salto que pego hacia él, lo miró con horror y le metió un coscorrón antes de que alcanzara a pegarse a su cuerpo como garrapata. — ¡Ay!

Yo carcajeé ante tal escena, Yu no había dudado de mis palabras ni un poco y solo por hacerme competencia se había lazado al peligro sin medida, es por ello que ahora se sobaba la cabeza entre lloriqueos con sus rodillas sobre el pavimento.

— ¿¡Qué demonios te pasa, Yu!? — Nanami lo miró molesto. — ¿¡Por qué intentaste besarme!?

— ¿¡Por qué ella si puede y yo no!?

Sí, estaban armando una escena digna de telenovela y yo solo podía partirme de la risa, sosteniendo mi estomago que comenzaba a doler por la misma risa.

— ¿¡De qué mierda hablas!? — Yu le respondió entre lloriqueos que a mi si me dejaba besarle y no era justo porque él debía ser su favorito. — ¿Qué diablos le dijiste? Sabes que este se cree todo. — Me miró con enojo mientras señalaba a nuestro amigo.

— Solo le dije que yo ya te había dado un beso, en la mejilla, claro. — Haibara dejo de lloriquear y sobar su cabeza para verme. Su boca se abrió con indignación. — Y por eso es que digo que tú me quieres y toleras más a mí.

Sonreí con inocencia fingida a los dos.

— ¡Tú no especificaste que fue un beso en la mejilla!

— ¿¡Y por eso intentaste besarme!?

𝐒𝐚𝐭𝐮𝐫𝐧𝐨 || 𝗚𝗼𝗷𝗼 𝗦𝗮𝘁𝗼𝗿𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora