08

1.7K 165 130
                                    

Yuuji movía el jambo con torpeza, recientemente me vio entrenando con mi usual bastón de madera, él quedó fascinado, me pidió que le enseñará y aquí estaba, intentando explicarle como girará sus muñecas para que pudiera cambiar el arma de una mano a otra e hiciera algunos giros.

— Muy bien, no quites la mirada del bastón y cuida tu cabeza porque podrías–... — Justo cuando estaba diciendo eso, el pelirrosa golpeo su propia cabeza, soltando un quejido de dolor. — ¿Estás bien?

— Me dolió. — Sobo su cabeza mientras me miraba. — Como es que usted no se golpea y mueve demasiado rápido el arma.

— Años de práctica, desde que era muy joven aprendí a usar diferentes armas, pero el jambo en particular es mi favorito.

— Y ten cuidado Yuuji, que es muy buena. — Gojo hacia acto de presencia con un par de botellas de agua, una la tendió a su alumno y la otra a mí, la tomé y murmuré un "gracias".

— Solo practica esos movimientos básicos por ahora Yuuji, poco a poco serás más ágil y después podrías incluso hacer algún combate conmigo.

— ¡Me voy a esforzar!

— Muy bien jovencito, pero será en otra ocasión, por ahora tenemos que ir a un lugar. — Gojo abrazo a Yuuji por los hombros. — Quiero presentarte a alguien, un viejo amigo.

— ¿De quién hablas?

— Tú le conoces bien paletita, como vas a olvidar a tu viejo compañero cascarrabias.

Oh diablos, aquí vamos, un reencuentro más.

☆☆☆

Pedí entrar al lugar primero, quería saludar primero a aquel viejo colega. Gojo nos trajo hasta unas viejas instalaciones donde se acordó la reunión, tal parece que el albino tenía que atender algunas reuniones, en las que desgraciadamente yo también estaría involucrada y que mejores manos para encargar a Yuuji.

Ahí estaba, de pie con la cabeza bien en alto, luciendo ropas formales y su expresión agria de siempre. Kento Nanami.

Cuando entré en su campo de vista logré notar a través de sus gafas como sus ojos se abrían con sorpresa.

— Sayuri.

— Hola Nanami, cuanto tiempo, ¿cómo has estado? — Saludé con una sonrisa.

— ¿Qué estás haciendo aquí? — Se cruzó de brazos.

— "Muy bien Sayuri, me alegra mucho verte, ¿tú has estado bien? Luces maravillosa" — Respondí con sarcasmo a lo que pregunté con anterioridad y el rubio no respondió. Suspire. — Estoy entrenando al muchachito que venimos a presentarte.

— Entonces trabajas con Gojo de nuevo.

— Desgraciadamente.

— Ya veo. — Él se quedó en silencio, observando fijamente mi rostro.

— ¿Ya me vas a dejar ponerme melancólica y abrazarte?

Nanami frunció el ceño y negó con la cabeza, sin embargo, después suspiro y bajo sus brazos a sus costados, esa era mi señal.

Corrí hasta él y me abracé a su fuerte torso, el correspondió muy a su manera, solo paso uno de sus brazos sobre mis hombros.

— Es bueno verte de nuevo aquí, pelirroja.

— Me da guste verte también rubio, me da gusto que sigues con vida y seguramente odiando las horas extras. — Solté una risilla mientras me separaba de él. — Disculpa si antes yo–...

𝐒𝐚𝐭𝐮𝐫𝐧𝐨 || 𝗚𝗼𝗷𝗼 𝗦𝗮𝘁𝗼𝗿𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora