The Horrible Life of Luxury [Chester x Parker]

29. Funeral

La visión de la muerte es algo que afecta cuando se trata de alguien a quién considerarían cercano o de familia.
Parker aún lidiaba con la pérdida de sus padres, pero al menos ahora se le veía más animado, eso alegraba a Chester, quién por un buen tiempo se vió rodeado de silencio, en su cabeza y de parte de su pareja, quién ya lograba hacer conversación larga, asumiría que fue una clase se trauma lo que había causado tal silencio en un principio y que debía apoyar a su novio lo más que pudiera, tratar el tema con calma.
Ambos, sentados en el sofá, viendo esa tonta película animada, tan mala que es buena, entreteniendose entre sí.
No pensaban, cosa que es buena, Parker ha estado muy pensativo, sobretodo de noche, varias veces tuvo que dormir con el televisor encendido y si Chester le preguntaba porqué, le costaría explicar, pero cada vez que había silencio fuera de su cabeza, dentro de esta había un desastre de negatividad que no lo dejaba descansar en paz y lo llevaba al borde de una crisis o un ataque de ansiedad, ya ha tenido varios, por lo que tuvo que mantenerse despierto hasta que el cansancio fuera suficiente para no poder pensar ni dos segundos antes de caer dormido, pero sus sueños también causaban daño, es como si su propio cerebro estuviera en su contra. Pero al menos ya está recuperando, de poco a poco.

—Oh no —Dijo Chester llamando la atención de su novio— Creo que es un músical.

—Tú amas los musicales.

—¡Solo en teatro! Cuando se trata de películas animadas resultan ser muy… Molestos.

—Te daré ese punto —Antes de continuar con la película se vió distraido por el sonido insistente del timbre— Yo voy —Avisó

Con algo de pereza se dirigió a la puerta y antes de poder abrir a quién tocara tan insistentemente el timbre, por aquel aguero pasaron varias cartas hasta caer al suelo, empieza a creer que el cartaro odia repartir cartas ahí.
Revisó cada una, nada muy importante hasta una carta cuya dirección de envío era de la ciudad de su madre. ¿Por qué? Y ¿Quién se la enviaría? No recuerda conocer a nadie más de ahí, a menos que el fantasma de su madre le esté enviando cartas, abrió la carta y se dirigió a la mesa a leerla.

—¿Que es? —Se acercó a su pareja abrazandolo por un lado y leyendo un poco también.

—Una vieja amiga de mamá, según dice aquí —Dijo en un tono bajo al mencionar a su madre, aunque no conocía a esa amiga.

Chester lentamente y con consentimiento indirecto tomó la carta.

—Te está invitando al funeral de tu madre —Lo vió— Está bien si no quieres ir —Parker negó.

—Sería un imbecil si no fuera… Además sí quiero ir, quiero estar ahí.

—¿Estás seguro?

—Sí, no quiero estar más ausente para ella, lo último que hice por ella fue pelear, Chester, debí ser más comprensivo y paciente…

—No es tu culpa, no pienses en eso, es- —Fue interrumpido.

—No puedo no pensar en eso, me rueda la cabeza todo el tiempo, debo ir, Ches, al menos para disculparme.

—¿Disculparte?

—Sí, supongo… Suena raro, pero quiero ir.

Chester suspiró.

—Lo que tú pidas —Le besó la mejilla y vió la carta de nuevo— Es en una semana, en una funeraria local de esa ciudad.

Parker deberá prepararse mentalmente.

Poco después, justo una semana después, ambos se encontraban en el auto, conduciendo de camino a aquél lugar dicho antes, la tensión dentro del mismo vehículo era lo suficientemente pesada para abrumar a los dos al mismo tiempo, una vibra oscura y azul.
Parker a ratos respiraba hondo y su cara de preocupación solo aumentaba en lo que a distancia se acortaba, Chester intentaba calmarlo por tomarle la mano y repetir en voz baja que todo estaría bien.
Finalmente, llegaron, aunque no se bajaron, Chester lo miró.