11. Insomnio

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—Otra noche sin dormir… —Repitió Parker en la incomodidad de su cama.

Intentar dormir, para él, era un martirio, una misión casi imposible. Ni siquiera las pastillas que le recetaron para el insomnio lo habían ayudado a dormir, estuvo dando vueltas en su cama por lo menos unas 3 horas desde que se acostó, a las 9:30pm. Miraba el techo, miraba la pared, miraba su teléfono, miraba a la nada, pero no importa que tanto se aburriera o que tan cansado se sintiera, no podía dormir, el sueño simplemente no le llegaba.

No es idiota, sabe la razón, se ha mencionado antes. Le falta una sola cosa que siempre lo ayudaba a dormir incluso en las peores noches, una cosa… O, quizás, una persona, que con solo tenerla a su lado le hacía dormir como si se encontrara en las nubes. Chester, eso era lo que le faltaba. Desde que han dejado de atender a su extraño trabajo a Parker no le queda más remedio que dormir solo en su habitación por varias noches, 14 noches para ser exactos.

Parker no soportaba el estarse revolcándose en la cama mientras su mente le jugaba malos escenarios o recuerdos negativos y/o vergonzosos de su pasado, su cabeza daba vueltas y su cuerpo era un juego de pelota en el que el frío y el calor jugaban pasándosela el uno al otro.
Se quitó las medias, es incómoda esa sensación de dormir bajo las cobijas con medias, se quitó la camisa y se cubrió con las cobijas suaves y frías, tirando las calientes y pesadas al suelo. Como siempre, su habitación era un desorden por las noches, aunque recogía por encima en las mañanas, igual hacía un desastre por las noches.

Miró de nuevo su teléfono.

—¿¡12:45!? —Miró incredulo la hora ¿Como han pasado solo 15 minutos? Siente que fueron horas.

Finalmente, se levantó de la cama poniendose de nuevo la camisa y caminó por su estrecha habitación de un lado a otro hasta salir al baño.
Parker caminó por los oscuros pasillos sin ver al frente para evitar ver las típicas sombras en las esquinas que sus pesadillas le hacen creer que ve. Mantenía la mirada al suelo mientras arrastraba la mano por la pared izquierda buscando la puerta del baño, por fin la encuentra y pone una mano en la perilla girandola.

"Trick"

Suena en la perilla, está cerrada con llave.

—¿Hm? —La intenta abrir de nuevo.

—Ocupado. —Se escucha la voz del rubio desde adentro.

Parker sintió esa sensación de calma otra vez. Se separó de la puerta y se recargó a la pared aún mirando al suelo.

—Solo para asegurarme de que no moriré hoy. Eres Parker, ¿no? —Parker bufó.

—No. —Dijo levantando la mirada a la puerta.— Soy el títere del hermano menor. —Escuchó la llave del tubo cerrarse.

—Que asco, cállate. —Dijo el rubio abriendo la puerta, con una sonrisa combinada con una mueca.— Tendré pesadillas solo por recordarlo.

—Que lástima. —Respondió con sarcasmo sonriendole de vuelta.

Chester se movió a un lado dándole espacio para usar el baño.

—Ya no lo necesito. —Miró al suelo de nuevo.— Solo iba a lavarme la cara, pero ya no.

Hubo silencio unos segundos, Chester encendió la luz, era tenue y suave, por lo que no tuvieron problemas en acostumbrarse a la iluminación, Chester se acercó a Parker viendolo a la cara.
Miró sus ojeras, más notorias de lo usual, ladeó la cabeza a la derecha aún mirandolo.
Parker jugaba con la mirada, extrañado por la inoportuna cercanía del heterocromático, miraba a todos lados menos al chico frente a él. No sabía como calmar la incomodidad, ya Chester debió notar su falta de sueño, lo miró, Chester no tenía tantas ojeras, casi invisibles, quizá si estuvo durmiendo como debía.
No sabía como continuar la conversación así que en un movimiento rápido rodeó a Chester en sus brazos escondiendo la cara en su cuello.

—¡Wo-oah…! Calmate. ¿Que sucede? —Preguntó extrañado por el repentino abrazo.— ¿Que tienes?

Chester usaba una boz suave mientras acomodaba sus brazos alrededor del cuello de Parker, correspondiendo al abrazo. Creyó que estaría mal o se sentiría mal para abrazarlo, siendo que solamente lo hacía para…
Oh no.

—¿¡Huh-!? ¡JAJA-! ¡Parker sueltame! —Rogó en medio de carcajadas que intentaba callar.

Parker le hacía cosquillas, maldición, le hacía consquillas, pero se sentía tan bien oirlo reir que no podía parar de molestarlo. Se tiraron al suelo, Parker aun abrazaba a Chester apretando debajo de sus costillas para hacerle reír más, Chester lo intentaba quitar.

—¡Okay! ¡O-Hokay! ¡Me rindo-ho! —Decía entre risas.

Finalmente Parker paró, cansado, dejaba a Chester acostado en el suelo con Parker sobre él, apoyando sus manos a los lados de Chester, como si lo acorralara.
Chester aún reía mientras trataba de recuperar aire, miró a Cheser sonriente.

—Los vecinos deben odiarnos. —Dijo levantando los brazos y rodeando el cuello de Parker.—Hacemos mucho ruido.

—Que se jodan los vecinos. —Se arrecosto, dejando la cabeza sobre el pecho de Chester.— Hagamos una pijamada.

—Eso suena como una orden.

—Quiero hacer una pijamada. O solo pasar la noche hablando contigo.

—Eso suena bien, pero no te quiero roncando a las 4:00am.

—No prometo nada.

Se levantó del suelo ayudando al rubio a ponerse de pie, fueron al cuarto de Parker, era quien tenía la cama más grande.
Chester entró y dió una mirada alrededor y vió a Parker, una mirada que le decía que más le vale ordenar ese desorden.

—Lo haré en la mañana.

Parker se acostó y Chester también, uno al lado del otro viendo el techo, se cobijaron y ambos, como si eso hubiera sido un calmante, durmieron directo el resto de la noche… Aunque antes de eso, se abrazaban, el uno al otro con cuidado mientras se preguntaban… ¿En que momento empezamos a ser así?
Cerraron los ojos y dormieron como nunca, ya pensarían en sus propias cosas en la mañana.

The Horrible Life of Luxury [Chester x Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora