─ pequeño bebé ᡣ𐭩

159 17 1
                                    

SoonYoung se encontraba muy enfermo. 

Se había despertado sintiéndose muy mal. Supuso que era una gripa, ya que tenía todos los síntomas, y como el omega es todo un bebé pequeño, en estos momentos se encontraba recostado con un puchero y sus ojitos acuosos. 

—Amor, por favor, tienes que tomar este jarabe para que te sientas mejor, bebito— le pedía su alfa, pues ya tenía un rato que se había levantado por los quejiditos de su niño y ahora estaba tratando de darle un jarabe pero el omega se negaba rotundamente a beberlo. 

—N-no Minggie, no me gusta, sabe muy f-feo— pronunció con un pucherito, girando su cabeza a un lado en señal de que definitivamente no iba a tomar el jarabe. 

—Pero mi vida, mira, es con sabor a fresa, como te gusta— el omega le dio un rápida mirada y volvió a negar, cruzándose de brazos—. Bien, si no te lo tomas entonces no podrás cuidar de Ranggie y de mi... qué mal, él y yo nos pondremos muy tristes por eso— le dijo, poniendo su mejor cara de decepción y tristeza.  

El omega pareció pensarlo un momento, fue entonces que rápidamente se acercó a su alfa, mirándolo con sus ojitos brillosos y su naricita y mejillas rojitas. 

—N-no, no quiero que alfa y Ranggie se sientan tristes, y-yo....— un pequeño estornudo lo interrumpió y a MingHao se le estrujo el corazón de la ternura que le daba su pequeño bebé, pues su estornudo se parecía al de un lindo gatito—. M-me tomaré la medicina, s-sólo si me das cariñitos después y te quedas conmigo hoy— propuso. 

—Como digas, príncipe, ahora abre tu boquita, ¡aquí viene el trenecito! — le dijo, haciendo soniditos de "chu chu" para motivar a su bebé, este con su carita triste abrió su boquita para recibir el jarabe, haciendo una mueca de asco cuando lo bebió—. Muy bien mi amor, eres un buen chico— felicitó MingHao. 

—S-sabía f-feo— hizo un pucherito y sus ojitos se llenaron de pequeñas lágrimas otra vez. El omega cuando se enfermaba solía ponerse muy sensible. 

—Oh, ven aquí mi lindo bebé— habló sentándose contra el respaldo de la cama, atrayendo a su bebé a su regazo para comenzar a arullarlo y susurrándole cositas bonitas. 

SoonYoung con el pasar de los minutos poco a poco fue cayendo dormido gracias a los mimos que su alfa le daba y el calor que sentía al estar en sus brazos. 

—Te amo mucho mi vida, eres lo más precioso que tengo— susurró en el oído de su novio después de un rato en el que se mantuvo en completo silencio, sólo escuchando la tranquila respiración y los suspiros del omega que se encontraba dormido en su pecho, viendo como este soltaba pequeños balbuceos entre sueños y se aferraba más a él. 

MingHao sonrió por eso, SoonYoung era de verdad un pequeño bebé, su bebé.

𝗜𝗻𝗼𝗰𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗕𝗲𝗯𝗲  ୨୧  𝖧𝖺𝗈𝖲𝗈𝗈𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora