𝗜𝗻𝗼𝗰𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗕𝗲𝗯𝗲 ୨୧ 𝖧𝖺𝗈𝖲𝗈𝗈𝗇

─ síntomas ᡣ𐭩

Después de una semana la pareja ya estaba completamente segura que el omega en efecto estaba en cinta.

Habían ido con un doctor beta cuyo nombre es Jeon WonWoo y que este mismo sería el doctor del omega durante su embarazo. El beta les confirmó la noticia, les dio las medidas para que el embarazo fuera bien y no tuvieran complicaciones, también les advirtió de los malestares que SoonYoung tendría y los cambios físicos y hormonales que se avecinaban.

SoonYoung tomaría sus clases de universidad por línea y después del nacimiento de su bebé se tomaría un año sabático. Al ser uno de los mejores alumnos los profesores no tuvieron problema con nada de esto.

MingHao aveces se sentía mal al saber que el omega no podría volver a bailar hasta en dos años, pues el sabía que ser un gran bailarín era el sueño de su bebé, pero SoonYoung siempre llegaba a consolarlo y decirle que tener un cachorrito con él siempre fue y será su más grande sueño y que ya se estaba haciendo realidad.

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Actualmente el omega estaba cumpliendo su primer mes de gestación y los antojos ya se estaban haciendo presentes.

—Minggie~— llamó con tono meloso el menor, quien se encontraba en el sofá de la sala viendo una película.

—¿Si, mi vida? — contestó él alfa, saliendo de la cocina mientras tomaba agua de la botella que tenía en sus manos.

—¿Puedes traerme malvaviscos con mostaza? Por favor~— pidió el omega.

MingHao al escucharlo casi escupió el agua de la impresión y comenzó a reír. Por todos los cielos, ¿quién en el mundo pedía eso?

—Pero amor, no puedes comer eso, les haría daño a ti y a nuestro bebé— dijo el mayor tomando asiento a su lado.

—Pero Minggie, bebé es quien lo está pidiendo, n-no yo.

—Lo sé, cielo, ¿no prefieres otra cosa? ¿Un pastel, una pizza, unas galletas? Bueno eso igual es chatarra pero por lo menos no es una combinación rara— habló, arrugando su nariz de sólo imaginar el sabor de lo que sus bebés le estaban pidiendo.

—No, mini Minggie no quiere eso, él quiere malvaviscos con mostaza, por favor hyung~— pidió, batiendo sus pestañas y utilizando su arma secreta que era llamar a su alfa "hyung" para que este hiciera lo que le pidiera.

MingHao sólo cerró los ojos mientras sobaba su sien y soltaba un largo suspiro.

—Sabes muy bien como hacer lo que quieras conmigo— hizo una breve pausa, el omega sonrió—. Está bien, cosita preciosa, ahorita te traigo lo que me pediste— el pequeño empezó a aplaudir y dar saltitos en el sillón para festejar su victoria. MingHao dejó un pequeño besito en los labios de su niño y se agachó para dejar otro en su vientre que aún no crecía nada pero pronto comenzaría hacerlo.

SoonYoung sonrió por los besitos de su alfa, y se dispuso a esperar que su novio le trajera su antojito.

El mayor volvió a los 5 minutos con una bolsa de malvaviscos y un pequeño tazón con mostaza en él. Le dio ambas cosas a su niño y este las tomó entusiasmado, agarró un malvavisco de la bolsa y le unto mostaza. Sin pensarlo, se lo llevó directo a su boquita y comenzó a degustar lo que para él era todo un manjar, mientras MingHao sólo volteaba el rostro y hacía una mueca de asco, como si quisiera vomitar.

—Mmmm, está muy rico, Minggie, muchas gracias, te amo mucho— agradeció el menor, para luego tomar otro malvavisco y untarle más mostaza.

Y MingHao sólo se preparo mentalmente para todo lo que venía, pues sabía que ese extraño antojo sólo sería el primero de muchísimos más que se aproximaban.

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