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Estaban en el balcón de la habitación de Wade, Brook se mantenía ocupada con una maqueta encargada por uno de sus clientes y Lake permanecía dormida en el sillón junto a su novia Ghibli, parecía que se habían quedado dormidas en plena película.

Rodeadas por el calor de su fuego, las vivisterías de aquel balcón florecieron en toda su belleza y color alrededor de los futuros esposos. El atardecer era demasiado, se sienten tan libres, se sentían tan amados.

Wade había regresado a esa inundación y arrancó tantos tallos y raíces como pudo y se las llevó a su casa, esperanzado de que con un libro de cuidado de plantas y todos los artículos de utilería que había comprado, poder crear un lindo jardín para Ember.

Fue la sorpresa más linda que la fogosa pudo recibir.

Sus finos dedos de fuego acariciaban los pétalos de las vivisterías, asombradas, pequeñas gotas de lava se asomaban por sus ojos. Sus pétalos eran tan finos y a subes tan suaves, como si fuera poliéster. Lo adoraba tanto.

El hombre de agua se acercó a ella, con flor magenta en mano, delicadamente poniéndola sobre su cabeza para después acunar su mejilla en su húmeda palma, la vio cerrar sus ojos dejándose querer.

Wade aún tenía su promesa puesta, se casaría con esa chica y todas esas flores nacientes decorarán su altar, no le importaba lo que su padre dijera. No podía vivir sin ella.

Rude||°Wade x Ember°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora