Mi destino era conocerte -Taehyung

Extra 1

Apago el horno y saco el pastel de chocolate que acabo de hornear. Lo comienzo a decorar con algunas chispas de color y sonrío satisfecho con el resultado, no quedó como los postres que hace mi esposa pero algo es algo. 

Tn tiene 8 meses de embarazo, para ser honesto el que ha sufrido un poco con ciertos síntomas o antojos soy yo, raramente, mi debilidad han sido las cosas dulces aunque después he sufrido de náuseas. 

Mi esposa ha sido la más activa, tiene una energía sorprendente, no ha faltado al trabajo porque se ha sentido muy bien, solo falta cuándo yo me siento mal y me tiene que cuidar, irónico. Todos en la empresa se sorprenden de su actitud porque siempre la ven caminando de un lado a otro vistiendo sus pegados vestidos luciendo su enorme estómago con orgullo, se ve espectacular, definitivamente el embarazo la hace ver más sexy, más atractiva a mi parecer y bueno... su apetito sexual sigue intacto, digamos que tenemos una increíble vida sexual.

Pero desde hace una semana se ha sentido decaída, no tiene ánimos de salir del departamento, ya pidió su incapacidad en la empresa y solo quiere que me quede acostado con ella haciéndole mimos y diciéndole cuanto la amo. 

Ya llegó a su límite, los mellizos la han dejado exhausta, me sorprende que haya estado como si nada casi todos los meses de embarazo. 

Cuando nos enteramos que serían mellizos estábamos muy sorprendidos porque en los ultrasonidos pasados solo se veía un bebé y hasta después se dejo ver el otro.

Nuestras familias y amigos nos felicitaron, pero sin duda nuestras mamás eran las más emocionadas con el hecho de ser abuelas de mellizos. 

"Si que eres un hombre de palabra Taehyung" me dijo mi suegro riendo al enterarse, ya que una de nuestras pláticas él mencionó que quería tener muchos nietos.

Afortunadamente teníamos espacio de sobra en el departamento porque sinceramente la llegada de mellizos no la teníamos prevista, por el momento los bebés compartirían una habitación que desde hace meses habíamos decorado mi esposa y yo.

Termino de poner las dos rebanadas de pastel en platos y los coloco en una pequeña mesa, junto a un vaso de leche fría y un pequeño florero con una rosa. 

Me encantaba poder darle este tipo de detalles a mi esposa, me había vuelto más cursi, el embarazo también me estaba afectando, estoy seguro. 

Entro a la habitación, mi esposa está dormida con las cobijas hasta la cabeza, solo se alcanzan a ver unos cuantos mechones de su cabello, supongo que se tapó completa con la cobija por la luz del sol entrando por las ventanas.

Es un gran día, la invitaré a dar un pequeño paseo por el río Han, pienso.

Acomodo la mesa en su mesa de noche le quito la cobija de la cara despeinándola un poco, haciéndome reír.

-No te rías de mí cariño -dice adormilada volteándose para darme la espalda

Aprovecho el movimiento para acostarme a su lado, paso uno de mis brazos por su abultado estómago y empiezo a acariciar. 

-Buenos días mi amor -susurro en su oído dejando unos cuantos besos en su cuello, siento su piel erizar al mismo tiempo que siento unas pataditas justo en el lugar donde tengo mi mano

-Ya los despertaste Tae -dice mirándome con un puchero en sus labios, aprovecho y le doy un pequeño beso

-Ese era el fin, no puedes dormir más tiempo, tienen que comer algo y que mejor que un pastel de chocolate que acaba de hornear tu esposo -digo coqueto mientras la ayudo a sentarse