Mi destino era conocerte -Taehyung

33

La cena fue tranquila, compartimos unas que otras anécdotas y unas cuantas risas, fue un momento ameno, me ayudó a distraerme de todos los pensamientos que tenía.

Me despido de Rachel con un abrazo y la veo caminar por el pasillo hasta el elevador. Una vez que entro a mi habitación reviso mi celular y tengo algunos mensajes y llamadas de Tn.

Sin pensarlo comienzo a llamar.

-Hola amor, perdón, ¿te desperté con mis mensajes?

-No amor, estaba terminando de cenar

-No comas tan tarde amor, te dará insomnio -veo el reloj de mi cuarto y son las 2 a.m, ¿tanto tiempo estuve con Rachel? -solo hablaba para avisarte que ya estoy en Los Ángeles, mi vuelo a México sale en unas horas

-Ok amor, me avisas cuando estés en México, ¿Va a ir Amy por ti al aeropuerto?

-Si, ella pasará por mi -se hace un pequeño silencio, no se porque pero me he puesto nervioso, no quiero hablar del porqué Rachel estaba en mi departamento a altas horas de la noche, no hicimos nada malo, pero pensarlo me pone nervioso -¿Amor? ¿Sigues ahí?

-Perdón, me estaba quedando dormido

-Perdóname a mi, hablamos en cuanto llegue a México, descansa

-Buen viaje, te amo

-Yo más cariño

_______________

POV Tn

Me costó acostumbrarme de nuevo al horario, pero tengo que trabajar y más ahora que pienso dar un cambio drástico a mi vida, irme a vivir a otro país.

Nada de esto estaba en mis planes hasta que conocí a Taehyung.

Llevo 2 semanas en México y todo se está volviendo un caos en la empresa.

Cuando regresé las cosas estaban en orden, durante mi viaje a Corea diario trataba de hacer reuniones cortas con Sofi para tener estatus de todo, esto lo hacía a veces sin que Tae supiera, no quería que se quedará conmigo hasta tarde sabiendo que trabajaba al día siguiente, casi siempre de madrugada para coincidir con el horario de Sofi o que no interfiriera con nuestro planes de pareja en el día.

La bomba estalló en cuanto hablé con mi jefe y solicité la renuncia.

Claro que no me iba a dejar ir de la empresa tan fácilmente, a pesar de que en el equipo de ventas y producción todos somos buenos, yo me encargaba de cerrar eventos con algunos de sus clientes, que la mayoría eran un dolor de cabeza y con los que nadie quería trabajar, claramente. 

Después de hablar "pacíficamente" aceptó mi renuncia con la condición de que deje capacitados y bien coordinados a los que se quedarán con mis clientes y los de él.

Intentó convencerme en que la mejor opción era quedarme, decía que había la confianza suficiente como para aconsejarme en quedarme en mi país, por experiencia. 

Aunque me felicitó por mi compromiso -una felicitación media falsa- no tardo en darme varias recomendaciones sobre el matrimonio, claro tenía tanta experiencia que terminó divorciado, nótese el sarcasmo.

También se complicaba cuando tenía al señor Torres en la sala de juntas todos los días a la misma hora armando planes junto con mi jefe para que yo no me fuera, pero no lo lograron. 

Yo estoy más que decidida, lo único que me están ocasionando es retrasar mi viaje.

A pesar de todas las ofertas que me hacían, algunas muy tentadoras, solo bastaba con ver mi dedo anular adornado por ese hermoso anillo que representaba la futura unión en matrimonio -con el amor de mi vida esperándome en Corea- para mandar todas las ofertas laborales por un tubo.