•𝘚𝘰𝘳𝘳𝘺! 𝘐 𝘭𝘪𝘬𝘦 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘣𝘳𝘰𝘵𝘩𝘦𝘳 ᴴʸᵘⁿʰᵒ

•𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘵𝘸𝘦𝘭𝘷𝘦

(3ra persona)

Ambos chicos entraron al elevador del edificio donde vivían. Ese día por puro milagro, Yeji se había ido con sus amigas, así que éso era mejor para Hyunjin. Pero Minho no estaba muy bien, ya que no sabía porque el menor estaba más serio de lo normal, éso lo tenía con preocupación y nostalgia, sentía que el pelirrojo no le prestaba atención debido a su humor. ¿Habrá pasado algo con esa chica, que ahora no lo quiere a él? Esa pregunta rondaba la cabeza de Minho, y es que, ¿cómo no? Reconoció que esa chica era sumamente bonita, con buen cuerpo y lindas curvas. ¿Cómo se puede comparar con una chica tan linda? Claramente Hyunjin preferiria a alguien cómo ella, y por eso ahora estaba así con él.

Pero todos esos pensamientos se habían esfumado en cuando entraron a su departamento, pues el pelirrojo había lanzado al mayor fuertemente contra la pared más cercana que vió, y ahí lo acorraló para besarlo con furia, deseo y fervor, mientras sostenía fuertemente las caderas del chico. Minho, por su lado, tardó un poco en procesar lo que pasaba, pero en cuanto lo hizo, abrazo a Hyunjin por los hombros y así seguir ese sucio beso de la misma manera. Si, le encantaba cuando Hyunjin se ponía agresivo a la hora de intimar, aunque está vez había algo diferente, algo en el menor gritaba algo que el pelinegro no entendía, pero se daría cuenta.

—Hyunjin.. —gimio cuando el nombrado quito su camisa y dejó besos por todo su cuello.

El menor gruño y en respuesta sólo lo cargó hasta su habitación, estando ahí, dejándolo de manera brusca en la cama para seguido quitarse la ropa propia bajo la atenta mirada del pelinegro, quien estaba algo confundido, pero en ése momento la excitación no le dejaba pensar bien.

—Quitate la ropa —dijo con voz ronca.

—P-pero —okay, eso era algo raro para Minho. Normalmente era Hyunjin quien se la quitaba, pero al parecer hoy andaba mandón.

—Que te quites la puta ropa, Lee.

Minho asintió y acató la orden. Ya ambos desnudos, Hyunjin abrió con brusquedad las piernas del pelinegro y se puso entre ellas. Una, dos, tres nalgadas fueron seguidas con fuerza, haciendo a Minho chillar.

—Hy-hyunjin.. Sé más amable.. ¡Aamgh! —otra nalgada se hizo presente, el mayor retorciendose ante ésto.

Hyunjin se inclinó y lo besó con brusquedad, una de sus manos estaba al costado de la cabeza de Minho para evitar caer sobre él, mientras la otra estaba toqueteando, golpeando y apretando una de las piernas y trasero del mayor. Minho sólo se dedicó a abrazar con fuerza al pelirrojo, mientras continuaba ése sucio besó y ahogaba sus gemidos en la boca contraria.

De repente, el pelirrojo se separó de aquel beso con la misma brusquedad que usaba desde que entraron al Departamento del mayor. Tomó su cartera, y sacó un condón de ahí, para después mirar a Minho con lujuria, pero a la vez ira en los ojos.

—Ponmelo tú —dijo en un gruñido, extendiendole el preservativo al pelinegro.

Minho asintió y tomó el condón para después acomodarse a la altura de la entrepierna de Hyunjin. Lo iba a abrir, pero de repente sintió como el menor tomaba su nuca con brusquedad, a la vez, obligándolo a abrir la boca con su otra mano, y así empujandolo hasta tener mayoría de su longitud dentro de la boca del mayor, éste sorprendiendose y ahogándose al instante. Iba apartarse, pero claro Hyunjin no lo dejó y lo tomó más fuerte, para evitar que se alejará.