•𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘵𝘩𝘪𝘳𝘵𝘩𝘦𝘦𝘯

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—¡Minho! —gritó Yeji—. Te quería invitar a salir conmigo el sábado. ¿Puedes? ¡No digas qué no!

El pelinegro volteo a ver al pelirrojo, quien sólo le dió un asentimiento de cabeza. Minho no lo entendió, se iba a negar, no quería ilusionar a Yeji, pero se la dejaba difícil.

—Noona.. Yo..

—¡Porfavor, Min! —insistió.

Minho sólo suspiro, y dijo:—Está bien.

Yeji saltó de felicidad. En realidad ella tenía algo planeado, y Minho ya se imaginaba que era. Por éso se sintió mal, no quería dar ilusiones, mucho menos quería hacerla sentir mál. La quería, pero no cómo algo más, solo como a una querida amiga, y por éso tenía miedo. Miedo de sobre qué pasaría, miedo de imaginar que Hyunjin lo deje sólo por que su hermana se le declaró. Miedo, mucho miedo. Pero ahora sólo quedaba esperar a ver que pasaría.

 Pero ahora sólo quedaba esperar a ver que pasaría

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—Jinnie.. Quédate a dormir, ¿si?

Habían llegado ya de la escuela, Yeji estuvo un rato con ellos, pero después se fué debido a que tenía tarea que hacer. Hyunjin se quedó con Minho un rato más, pero ya era hora de irse. No quería, quería quedarse con su Honnie, y al ver que su lindo chico le pedía quedarse, ¿quién era él para negarse?

—Está bien, Honnie. Me quedaré.

Minho saltó de emoción, amaba dormir con su pelirrojo, amaba cuando lo abrazaba, lo acariciaba, lo besaba, y tal vez llegar al punto en que lo folla-

—¿Ya estás pensando en tus cochinadas? —pregunto cerca de su oído, haciéndolo saltar ante la sorpresa.

—¿Q-qué? ¡No! T-tu eres el que piensa así.. —lo apuntó con nervios, estaba realmente sonrojado.

Hyunjin rió con ternura, amaba ver a su pequeño así de nervioso. Sus cachetitos completamente rojos, y ése lindo puchero que se formaba en sus labios. Simplemente hermoso.

—Si, soy yo el que lo piensa.

Se acercó al mayor y besó su frente, seguido de éso sus mejillas, hasta parar en sus labios, dónde dejo unos cuantos piquitos, y después atrapó los labios contrarios en un tierno beso. No había brusquedad, no había fervor, era simplemente un beso lleno de amor y deseo, se demostraban su amor mutuamente, a pesar de estar confundidos sobre los sentimientos del otro, en lo más profundo saben que se aman.

—Vamos a dormir.

Tomó la mano del pelinegro y lo llevo hasta su propia habitación, dónde se adentraron y lo primero que hizo fué sentarse en la cama, para seguido poner al mayor encima suyo a horcajadas, para así abrazarlo y dejar unos cuantos besos en su carita.

—¿No qué ibamos a dormir? —preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.

Hyunjin abrazó su cintura con fuerza, y escondió su cara en la curva del cuello de Minho.

•𝘚𝘰𝘳𝘳𝘺! 𝘐 𝘭𝘪𝘬𝘦 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘣𝘳𝘰𝘵𝘩𝘦𝘳 ᴴʸᵘⁿʰᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora