•𝘚𝘰𝘳𝘳𝘺! 𝘐 𝘭𝘪𝘬𝘦 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘣𝘳𝘰𝘵𝘩𝘦𝘳 ᴴʸᵘⁿʰᵒ

•𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘧𝘰𝘶𝘳

(Narración en 3ra persona)

...

Ya era el día de la fiesta, Minho se encontraba decidiendose que ponerse, pues se quería ver realmente bien, claro, para su amado pelirojo.

─Un pantalón pegado quedaría bien..

Siguió eligiendo algunas playeras para la parte de su torso, y también algunos accesorios.

Se había puesto uno jeans negros, que hacían resaltar sus increíbles muslos y su trasero. Se veía bien. Para la parte superior, se puso una camisa blanca de manga algo corta, la camisa estando algo pegada y escotada para resaltar su pecho, clavículasy además su cintura. No tenía una cintura tan estrecha, pero era bonita. También se puso una chaqueta de cuero negra, si, parecía todo un chico malo, pero lindo.

Optó por maquillarse un poco, algo natural, peino su cabello negro dejandolo caer por su frente, dándole así una apariencia un poco tierna y aniñada. Se veía realmente bien.

La puerta fue tocada unas cuantas veces, indicando que su amor, que no sabe que es su amor, y su Noona ya habían llegado.

─¡Hola Hyunjin! ─saludó en cuanto vio al pelirojo.

Si, talvez tenía que haber saludado bien a Yeji Noona, pero todos sabemos que Minho al único que quiere ver en su mundo es a su amado, a su Hyunjin.

—¡Hola Minho! —ella se lanzó sobre Minho, quien estaba hipnotizado.

Hyunjin se veía muy bien para Minho. Traía una camisa negra algo holgada, sobre ella un chaleco de mezclilla, y un pantalón igual de mezclilla, holgado. Su cabello rojo agarrado en una cola, dejando sólo unos cuantos mechones sueltos sobre su cara.

Y si, Hyunjin también se encontraba analizando lo bien que se veía su Hyung.

—Minho.. —habló Yeji, haciendo que ambos salieran de su burbuja—. Ella es Ryujin, la amiga de la que les hablé.

Ryujin había estado ahí todo el tiempo, la chica iba a saludar, pero notó la tensión entre ambos chicos, y simplemente no quiso interferir, porque según ella, había algo entre ellos, algo que cualquier persona buena en esos temas se daría cuenta. Y ella era experta, por lo tanto se dio cuenta.

—Un gusto, Minho —dijo la chica, haciendo una pequeña reverencia.

Minho sonrió e hizo lo mismo.

—¿Nos vamos?

Todos asintieron, se fueron en el carro de la mayor, de Ryujin, y llegaron a su destinó.

Desde afuera del antro se veía el gran ambiente que tenía esté, se escuchaba un poco la música. Todos entraron la lugar, Minho se trató de mantener pegado a Hyunjin, pero Yeji sólo se la pasaba queriendo llamar su atención, mientras Ryujin solo caminaba a un lado de ellos.

Si Yeji seguía así, Minho no podría estar al lado de su amado.