•𝘚𝘰𝘳𝘳𝘺! 𝘐 𝘭𝘪𝘬𝘦 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘣𝘳𝘰𝘵𝘩𝘦𝘳 ᴴʸᵘⁿʰᵒ

•𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘧𝘪𝘷𝘦

(Narración en 3ra persona)

—Oh, Hyunjin~ —gimió Minho sobre la boca del
pelirojo cuando esté preciono su rodilla entre sus piernas.

Ni siquiera habían entrado al edificio dónde se vivían, pues todo el camino sólo se la llevaron dándose uno que otro besó, y cuando llegaron al edificio, Hyunjin estampó al mayor contra la pared más cercana que vió y comenzó a besarlo bruscamente, hasta llegar a este punto, sin importarles que alguien los vea.

—Hyun.. Entremos.

El más alto gruñó, pero después tomó a Minho de la mano y se adentraron en el edificio, yendo directo al elevador para presionar los botones dónde del piso dónde se encontraba el apartamento del castaño. Y si, ahí también aprovechó para pegarlo en una esquina, tomarlo fuertemente de las caderas para acercarlo a su cuerpo y besarlo con deseó, con desesperación, Minho soltando un gemido de sorpresa ante éso pero de igual manera le continuó el besó, posando sus brazos alrededor de su cuello.

Hyunjin pasó sus manos de las caderas del mayor a sus glúteos, para apretarlos con fuerza y masajearlos a su gusto, mientras mordía el labio del castaño, haciendole gemir.

—Hyunjin.. —dijo cuando el nombrado dejó su boca en libertad, para besar su cuello—. O-oye, Hyun.. ¡Amgh!

El pelirojo mordió el cuello del mayor, interrumpiendo lo que sea que diría.

—Se obediente y haz silencio —dijo el menor en un gruñido—. Eres más molesto cuando estás borracho.

Minho mordió su labio inferior, quería decirle algo, algo vergonzoso, pero al parecer no le dejaría hablar, al parecer, al menor le gustaba controlar por completo a la hora del sexo. Cosa que al mayor realmente no le molestaba.

El elevador se detuvo y al instante se abrieron las puertas, indicando que ya habían llegado al piso deseado.

No sé esperaron nada, simplemente se fueron de prisa al apartamento del mayor, éste, como estaba ebrio y excitado, le costó trabajo poner la contraseña para abrir la puerta, por lo que el menor término haciendolo. Minho en ese momento no le prestó atención de cómo su amado se sabía la contraseña, simplemente quería ser follado por él.

En cuanto entraron, se dirigieron a la hábitación del castaño y ahí Hyunjin lo volvió a besar con aún más intensidad que las otras veces, quitando al instante el chaleco que traía Minho y desgarrando la camisa blanca que tenía puesta en ése momento.

—¡Oye! ¡Era mi camisa favorita! —dijo con un puchero.

Hyunjin suspiro, normalmente le valdría verga lo que su acompañante sexual dijera, simplemente lo estamparía y castigaría. Pero con Minho obvio no era así, con él le causó ternura, y le importó él cómo se veía de tierno y lindo haciendo ése puchero. Le valió madres que arruine él momento tan caliente con su ternura.

—Después te compraré todas las que quieras —dijo mientras besaba su puchero, haciendole sonreír.

Siguió dándole pequeños besos, hasta que éstos se convirtieron en uno salvaje, dónde ambos peleaban en una pequeña batalla con sus lenguas, haciendo a ambos jadear. Y Hyunjin, poco a poco fué empujando a Minho en la comoda cama, haciendo que éste quedará acostado, y él mirándolo dedes arriba, admirando todo su pecho, pezones, clavículas, su cuello pálido y su lindo y sexy abdomen un poco trabajado.

Se quitó la camisa ante la atenta miraba del mayor, quien mordió su labio al ver sus brazos con algunos músculos, fuertes al parecer. Su abdomen bien trabajado, llenándose del deseó de marcar todo éso, hacer a Hyunjin completamente suyo, y el querer ser completamente del hermoso y caliente pelirojo. Quería entregarse por completo a él.

—Abre esas piernas —dijo él menor, con voz ronca y autoritaria.

Minho las abrió lo suficiente para que Hyunjin se posara entre ellas, mientras lo miraba de manera inocente, pero claro, con todo ése deseó reflejado en sus ojos.

Él menor se acomodó bien entre las piernas del castaño, puso una almohada bajo la espalda de éste y tomó fuertemente sus caderas para pegar su erección contra el culo del contrario.

—¿Lo sientes? Está ansioso por tí.

Un gemido necesitado abandonó los labios del mayor, igual restregandose contra la entrepierna del pelirojo, sintiendo cómo su interior se contraía con la necesidad de sentirlo dentro, quería que ya le quitara los pantalones y lo follará sin siquiera prepararlo, aunque sabía que es algo necesario.

—Hyun~ porfavor~

Hyunjin tomó aún con más fuerza las caderas contrarias, deteniendo sus movimientos.

—Bebé.. —le llamó al mayor mientras quitaba los pantalones contrarios—. Por mí, te parto en dos sin más. Pero no quiero lastimarte.

Dios, que hombre tan perfecto—pensó Minho.

Hyunjin se quitó un poco de entre las piernas del mayor para quitarse lo que le quedaba de ropa, y después se volvió a poner entre ellas para besar un poco los labios del castaño, después bajó sus besos a su mandíbula, cuello, pecho, deteniéndose un poco ahí para estimular uno de sus pezones con la boca, y el otro con una de sus manos, sacándole un gemido agudo. De ahí, soltó sus pezones para seguir besando con cariño su vientre, dando una lamida en su ombligo para seguir así y llegar a su erección, dónde dejó un besó en la punta, escuchando un lindo gemido por parte del mayor. Metió un poco el miembro contrario en su boca, probandolo. Después colocó ambas piernas del mayor sobre sus hombros, y llevó su cara directamente a su entrada, dejó besos en sus glúteos y de ahí, dió una lamida por la estrecha entrada, escuchando el agudo gemido por parte del contrario.

Esos gemidos lo estaban volviendo loco, quería ser un poco amable con su pequeño, pero esas ideas se iban a la mierda con cada lindo sonido que soltaba el castaño. Quería joderlo. Follarlo hasta hacerle gritar su nombre, y sí, eso iba a hacer. Le iba a dar la follada de su vida.

Kheeee
Perdón por dejarles hasta la mejor parte JSKDHDKSJ, ahora se quedan con la intrigaa

Próximo cap: reportaje, Lee Minho habrá quedado en silla de ruedas después de tremenda follada. ¿Eso pasará? ¡No se lo pierdan!
Basta, quitenme el Internet.

Byee, precioses💗.