dieciocho.

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Nunca pensó que alguien le podía destrozar el corazón tanto

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Nunca pensó que alguien le podía destrozar el corazón tanto.

No sabía si estaba siento exagerado o realista.

Solamente sabía que estaba demasiado mal.

Después de ese día, había pasado alrededor de dos semanas, semanas de vacaciones para ser exactos.

El mayor se sentía aliviado de no ver al menor, sentía que si lo volvía a ver se iba a poner a llorar.

Esas dos semanas habían sido una tortura para él, no había podido conciliar el sueño cada noche, se le hacía imposible dormir de tantas preguntas que surgían en su cabeza.

No entendía como el menor se había podido fijar en el capitán, después de todo, ¿cómo?

—Luzu, ¿Quieres ir a la feria? ya casi se irán, aprovechemos.— Entro su mejor amigo a su habitación, Auron se había ido a quedar unos días a la casa de el mayor.

Luzu estaba acostado en su cama, teniendo su vista en el techo, se miraba decaído y sus ojeras se notaban más de lo normal.

No contesto, Auron se acercó a él y se sentó en la cama a un lado de él.

—Sabes que no me gusta verte sufrir por él, tienes que distraerte, pensar en otras cosas, Luzu.—

—Lo dices como si fuera tan fácil.—

Suspiró.—Solo estoy tratando de ayudarte…—

—Lo sé.— Se levantó de la cama.—Pero yo sólo puedo con esto, siempre pude sólo.— Diciendo esto, se retiró de la habitación, dejando a Auron sólo.

Se dirigió al baño, se lavó la cara y estuvo unos segundos viéndose en el espejo, se veía muy mal.

—Que asco…— Se limpió la cara y salió del baño.

No sabía que hacer, todos los días tenía la misma rutina, dormir, comer, ir al baño, dormir, llorar.

Realmente estaba cansado, tal vez Auron tenía razón y tenía que distraerse.

Pero le era imposible, cada mínima cosa le hacía pensar en Quackity.

Quackity le había estado mandando mensajes al mayor, él, no respondió ninguno.

Estaba decidido a no saber nada del menor, aunque le dolería.

El mayor entro a la habitación, Auron aún seguía sentando en la cama.

Lo quedo viendo unos segundos, pensando si era buena idea lo que iba a decir.

—¿Donde queda exactamente esa feria?—

—Veras que la pasaremos bien, Luzu, te sentará bien esto.— Sonrío su amigo.

El lugar estaba bastante emocionado, habían venido bastantes juegos, de seguro más que los anteriores años.

Y claro, había demasiada gente, sentía que se ahogaba.

Auron lo subió a por lo menos cinco juegos seguidos, sentía que en cualquier momento Luzu vomitaba todo lo que comió en toda la semana.

Rió.—Ay, Luzu, no aguantas nada.—

—Cállate, me siento mareado.—

Auron rió más fuerte, casi al borde de las lágrimas.—Esta bien, te llevo al baño.—

Lo dirigió al baño, él entró y Auron lo esperó a fuera.

No vomito, pero si sentía muy mareado.

Pero le entraron demasiadas ganas de vomitar al escuchar la voz detrás de él.

—Me sorprende verte aquí, que yo sepa no eres mucho de estos ambientes, ¿no?— Dijo el capitán con los brazos cruzados y una sonrisa.

—¿Que quieres, Rubius?—

—Nada, sólo saludarte, ¿o no puedo?— Rubius se acercó poco a poco al menor de los dos, más Luzu lo empujó para que no se le acercara más.

—¡Oye, tranquilo! No te quiero hacer nada.—

—Ya mucho me has hecho, con quitarme al chico que amaba me has hecho mucho.— Lo miró, no sabía si con rabia o con tristeza.

Rubius sonrío.— Oh, así que es eso.—

El capitán no podía creer lo bien que había salido todo, hasta creen que son pareja, no podía estar más contento.

—Pues sí, y espero que te esté doliendo, Quackity y yo estamos muy bien juntos.— Luzu en cualquier momento iba a caer al borde de las lágrimas.

—Supongo que no tienes suerte en el amor, Luzu, en sí, no tienes suerte en nada.— El capitán vio a el menor, estaba sollozando y pidiendo que se callara.

—Hagas lo que hagas, nunca podrás tenerlo, acéptalo de una buena vez, Quackity es mío.— Rió el capitán, mas esa risita desapareció al instante después de que Luzu sacara valentía y le pegara en la mejilla, haciéndolo caer al suelo.

—Dices muchas estupideces, Rubius.— Se fue del lugar el menor, dejando en el suelo al capitán sobando su mejilla.

—Maldito.— maldijo el capitán, pero no le importó, había hecho lo que quería, hacerlo sentir mal.

— maldijo el capitán, pero no le importó, había hecho lo que quería, hacerlo sentir mal

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Estamos entrando en los últimos capítulos, señoras y señores, disfruten. 🫣

𝐁𝐎𝐍𝐈𝐓𝐎 › luckity.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora