nueve.

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Las clases habían terminado, la mayoría de alumnos iban a sus casas a descansar, la otra mayoría como Quackity, fueron a la cancha, a presenciar el partido que iban a tener en esa tarde

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Las clases habían terminado, la mayoría de alumnos iban a sus casas a descansar, la otra mayoría como Quackity, fueron a la cancha, a presenciar el partido que iban a tener en esa tarde.

Iba solo, Roier no podía acompañarlo y no era buena idea decirle a Luzu que lo acompañará, Además, ni sabía que andaba por aquí, así que ahí iba solo a ver el partido.

Al llegar, ya había demasiada gente, sin contar los de la otra institución, si así estaba para un partido amistoso no se quería imaginar cuando empezará el campeonato.

Pudo conseguir un asiento cerca de la cancha para verlos mejor, se sentía raro e incómodo, se sentiría mejor si algún amigo estuviera con él acá.

–Ey, capitán, mira quién está ahí sentado.– Un compañero le señaló donde estaba sentando el pelinegro.

Rubius Sonrió, sabía que iba a venir.

Cuando al fin pudo lograr la mirada, de Quackity lo saludo moviendo su mano, gesto que el menor repitió.

A los diez minutos el partido empezó, el ambiente estaba muy animado de parte de las dos instituciones, no quería aceptarlo, pero le gustaba.

Pero no dejaba de sentirse raro.

...

¡Muy buen trabajo, chicos! hay que seguir así.– Ánimo el capitán, habían ganado y estaban mejor que nunca.

–Ey, Rubius, nunca lo había visto así de motivado en los partidos, parece que un chico de gorra azul lo motiva ¿Eh?– Se burló y sus compañeros  empezaron a reírse y seguir la broma.

Muy graciosos.

–Bueno, bueno, basta de bromitas, que mañana los pondré a entrenar por lo menos media hora.– Sus compañeros protestaron.

Siguieron bromeando y jugueteando hasta que cada uno se fue a sus respectivos hogares.

Aunque el capitán tenía algo pendiente que hacer.

–¿Por qué me hiciste esperar hasta que todos se fueran, Rubius?– Habló el pelinegro, antes de empezar el partido le había escrito, que lo esperara al final del encuentro porque quería hablar algo importante con él.

–Ya te lo dije, quiero hablar, contigo de algo importante.–

–Bueno, acá estoy, soy todo oídos.– El pelinegro se cruzo de brazos.

Suspiró.– Es sobre Luzu.– El mayor tuvo intención de acercarse al pelinegro, más este retrocedió.

–¿Que pasa con él?– Lo miro serio.

–Quackity, necesito que me seas sincero... tú, ¿sientes algo por él?–

Oh.

Oh

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𝐁𝐎𝐍𝐈𝐓𝐎 › luckity.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora