Capítulo 4: La Raiz del mal.

599 95 17
                                    

La noche se cernía sobre el jardín, tejiendo su manto de sombras sobre las plantas que se mantenían en guardia ante una posible oleada, En medio de la oscuridad, Petaseta se encontraba en silencio, contemplando el panorama que se extendía ante el. Desde que había sido transportado a este extraño mundo de plantas y zombis, había pasado muchas noches tratando de adaptarse a su nueva forma y a su nuevo propósito.

Al principio, todo era confuso y desconcertante. Se sentía perdido y desorientado, incapaz de comprender el significado de su existencia como una planta con poderes explosivos. Pero con el tiempo, había aprendido a controlar y canalizar sus explosiones, aunque el área masivo que abarcaba aún era algo que no le veía una solución, como si fuera su naturaleza ser tan letal, convirtiéndola en un arma poderosas contra las hordas de zombis que amenazaban el jardín y lamentablemente, a todo aquel que se encuentre muy Serca de el al detonar.

Pese a ello, a medida que las noches pasaban, Petaseta se había vuelto más hábil en el arte de la defensa, trabajando hoja y raíz con las otras plantas para proteger su hogar de las constantes incursiones de los no muertos. Aunque al principio había sido recibida con cautela por sus compañeras, había logrado ganarse su confianza con su valentía y determinación.

Incluso Crazy Dave, con su peculiaridad y su amor por las plantas, había acogido a Petaseta como parte del equipo, reconociendo su valía en la batalla contra los zombis. Aunque no hablaba mucho, el excéntrico propietario del jardín le había enseñado algunos trucos útiles y le había brindado apoyo en los momentos más difíciles.

Ahora, mientras la noche envolvía el jardín en su manto de sombras, Petaseta se sentía más segura y confiada que nunca. Había encontrado su lugar en este mundo extraño y peligroso, y estaba decidida a defenderlo con todas sus fuerzas. Con un suspiro de determinación, se preparó para otra noche de batalla, lista para enfrentarse a los zombis una vez más y proteger su hogar a cualquier costo.

Aunque el objetivo actual pareció tomar un giro inesperado para la pequeña petaseta.

.

.

.

Horas después.
Apunto de amanecer

Las plantas nocturnas se encontraban en el garaje donde la luz del sol comenzaba a filtrarse entre las pequeñas ventanas, una gran plan se ponía en marcha y con ayuda de grano de café, este grupo de plantas nocturnas serían las primeras en iniciarlo.

Magnetoseta lideraba el pequeño grupo, con su mirada decidida y su magnetismo listo para cualquier eventualidad, a un costado de ella encontraban Hipnoseta junto a S.Desesporada que se habían ofrecido a participar en esta actividad con emoción y justo detrás de ellos, Petaseta seguía detrás, observando con curiosidad y un poco de nerviosismo el entorno desconocido.

Aunque una de ellas pareció percatarse del hecho.

Hipnoseta: Todo bien compañero?, te veo algo tenso.

La pregunta fue soltada hacia cierto hongo que solo pensaba en medio de lo que estaba apunto de hacer.

Petaseta: No es nada...

Hipnoseta: Oh vamos, mis ojos podrán ser diferentes pero soy capaz de sentirlo, te preocupa algo de nuestras amigas diurnas?

Petaseta: (Suspiro) Solo un poco, Pero no solo eso, todo aya fuera durante el día será bastante novedoso.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 20 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

(ʏᴏ ᴇɴ ᴘᴠᴢ) 𝑺𝒖́𝒑𝒆𝒓𝒗𝒊𝒗𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 -𝑹𝒆𝒏𝒂𝒄𝒆𝒓 𝑬𝒙𝒑𝒍𝒐𝒔𝒊𝒗𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora