Capítulo 8. Una decepción de rescate

12 0 0
                                    

Adrian

La vida trae consigo grandes lecciones, pero uno no siempre está preparado para ellas. ¿Por qué ocurren las cosas? Quiero pensar que todo tiene una buena razón, aunque en el momento no las entienda. Parecía casi surrealista que de todos los lugares que se podría imaginar estar en aquellos momentos fuera en una reducida habitación prisionero desconociendo que sucedía en el mundo exterior. Habiendo pasado ya tres meses desde que le capturaron todos sus intentos de escape habían sido inútiles en uno estuvo a punto de quedar en libertad pero Henry lo capturo. — ¿Adrian? —una voz débil resonó en la habitación llamándole. —Helen despertaste —vio a la joven que trataba de incorporarse en la cama rápidamente se acerco a ayudarla.

—Gracias —murmuro suavemente mirándome a los ojos regalándome una débil sonrisa. —De nada, ¿Como estas? —pregunto preocupado cada día se miraba más débil. —Mejor... mucho mejor —mintió para tranquilizarle lo sabia pero aun así le devolví la sonrisa. —Pronto saldremos de aquí no te preocupes —le dijo tratando de animarla. Tus hermanos y tu amiga vendrán por ti —Susurro mas un ataque de tos la debilito con rapidez. —Por los dos, trata de dormir un poco aun estas muy débil. —Adrian le dijo a Helen, estaba en un muy mal estado casi a punto de morir cuando la encontró la habían secuestrado y matado a su familia los hombres de aquí la maltrataban, apenas le daban de comer ni agua.

De pronto un golpe le sobresalto era Corinne estaba en medio del cuarto. —Adrian por fin —Lo miro sonriendo corrió hacia el dándole un abrazo. —Corinne y Ashlynn ¿Dónde está? y ¿Mi hermana? —Pregunto con rapidez casi sofocándola en aquel abrazo. —Están bien, pero hay que darnos prisa tenemos que irnos los Helwyr de Laia no estaban por eso logramos entrar —Adrian se encamino hasta la cama de donde tomo en brazos a Helen. — ¿Qué sucede Adrian? —Susurro Helen mientras la levantaba. — Nos vamos de aquí –le respondió viéndola a los ojos. Valiéndole de una sonrisa. —Ya era tiempo... fueron por comida —Intento bromear Helen tomándolo por sorpresa lo beso posando sus manos alrededor de su cuello. Los ojos violetas de Corinne los observaba estupefacta. Desde la puerta Ash era testigo de la muestra de cariño podía jurar la vio limpiar una lagrima que escapaba de sus ojos color azul marinos. —Vámonos Corinne, dense prisa —Ordeno Ashlynn a su amiga sin siquiera darle una segunda mirada a Adrian.

Salieron de la habitación en uno de los pasillos se encontraron a los demás luchando. Al verle sus rostros se iluminaron de alivio y alegría. Adrian desvió su mirada a Ashlynn sus ojos verde miel se volvió más intenso y podía jurar que se miraban destellos de un violeta aparecían en ellos los hombres contra quienes mis hermanos peleaban salieron volando contra la pared y del fuerte impacto se cayeron inconscientes. — ¿Estás bien, Adrian? —Le pregunto Walter llegando hasta donde se encontraba, rápidamente se unió Frida.

—Si solo un poco golpeado —contesto volviendo su mirada a Helen. — ¿Quién es ella? —señalo Frida a la morena en sus brazos inconsciente. —Es Helen una larga historia... —hablo Adrian pero Ashlynn lo interrumpió de forma brusca. —Hay que salir de aquí... Este sitio no me agrada —encamino la marcha rumbo la salida. Abandonaron el lugar dirigiéndose a París, estando en la casona que había pertenecido durante años a la familia Cross, Adrian se encontraba en la habitación de Helen puesto que no tenía corazón para separarse de ella. No después de todo lo que habían pasado juntos.

Con ayuda de Marianne le habían cambiado de ropa y ahora dormía tranquila después que la sanara. —Hola —saludo Helen habiendo despertándose ya estaba mejor le había vuelto el color. —Hola —contesto alegremente. —Por fin libre —murmuro aun no creyéndose del todo en libertad mas sonreía de felicidad. —Si lo somos —respondió apartando un mechón de cabello de su rostro. —Adrian lo que me dijiste cuando estábamos encerrados era cierto ¿Te casaras conmigo? Antes que me respondas quiero que sepas que me he enamorado de ti —bajo la mirada escondiendo el rostro en la almohada. —Entiendo si ya no lo quieres hacer —Adrian le tomo de las manos con delicadeza. —Si lo hare me casare contigo —sonrió y de pronto un ruido fuerte los sobresalto era Ashlynn había soltado una bandeja de comida que traía y estaba luchando por contener las lagrimas.


—Ashlynn, yo puedo explicártelo —Hablo con rapidez pero solo le miro con odio y decepción. —Ahórrate las explicaciones, Cross —dicho esto dio media vuelta y comenzó a salir, la retuvo del brazo pero lo único que consiguió fue que lo lanzara hacia el otro lado de la habitación. —Adrian, maldita loca —le grito Helen a Ashlynn con odio. — ¿Qué te pasa? —pregunto Helen mirándolos a ambos. —Tú no te metas —los ojos de Ashlynn se motearon de color violeta su respiración se volvió irregular Adrian se interpuso entre la dos. Esto a Ashlynn le dolió y en ese momento aparecieron su hermana, Corinne, Matt y Marianne.

— ¿Que paso aquí? —Exigió saber Frida entrando a la habitación fulminando con la mirada a Helen. —Pregúntale al idiota de tu hermano, he acabado aquí... —respondió dándoles una última mirada antes de salir de la habitación. —Espera Ashlynn ¿a dónde vas? —la llamo Corinne mientras salía detrás de ella. —Adrian ¿qué sucedió? —pregunto Marianne capturando su atención cuando les conto sobre sus planes le maldijeron y dijeron que no están de acuerdo con la decisión que tomo para su hermana había perdido la cabeza pero en esos momentos nada mas le importaba.

Daughter's Of The ElementsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora