Capítulo 11. Bailando con la muerte

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"I'll tell you all about it when
I see you again..."

Corinne

Dedicado a: ItzelVo9

Portland, Dorset, Inglaterra. Estudio de ballet
Usualmente se quedaba dos horas más de lo normal para practicar a solas y perfeccionar sus movimientos. Con tan solo 20 años recién cumplidos tan solo un mes atrás, su largo y brillante cabello caía tras su espalda amarrado en una trenza que dejaba escapar algunas hebras de cabello caoba a los costados de su rostro, piel de porcelana y cuerpo de una muñeca. Se encontraba danzando en uno de los salones dispuestos para los alumnos. Ajena al peligro que se cernía sobre ella vigilante entre las sombras. Ella bailaba ballet con la gracia de un cisne. Se movía con tal agilidad y perfección por toda la sala, completamente inmersa en su mente en su mundo. Esa tarde le tocaba prueba de vestuario por lo cual traía un ceñido vestido que al caía sobre su cintura en un tul esponjoso.

Uno... dos... tres giros impecables contaba en su mente para el cuarto paro abruptamente su rutina cuando choco contra un solido cuerpo por unos instantes creyó que había rebotado contra alguna pared hasta que una mano se cerro con fuerza sobre su mano, sus ojos se abrieron desmesuradamente ante aquel repentino movimiento intento liberar su brazo cuando sintió un objeto punzante atravesarle el abdomen. Su mirada bajo observando la daga que había aparecido de la nada, Damn pensó. Al instante escupió sangre, cayo al suelo sintiendo una frialdad recorrer su cuerpo, veía borrosamente como aquella silueta masculina se cernía sobre ella inmovilizándola contra el piso para poder apuñalarla en tres lugares distintos, esta perdiendo sangre rápidamente y sus fuerzas con ella que no pudo liberarse para salir de aquel lugar.

-Siempre fuiste un estorbo -le dijo sin dejar de apuñalarla, mas evito hacer cualquier contacto visual con ella.

En un ultimo movimiento forzoso, tenia que saber quien era aquel que estaba acabando con su vida sin remordimiento, levanto su mano derecha, posándola sobre la marcara negra que le cubría el rostro, la empezó a sacar lenta y dolorosamente, vio su rostro, cabello corto y rubio castaño, profundos ojos azules, complexión atlética y un metro ochenta de estatura.

Erick Cross, la miraba con odio era un traidor sin remedio, un Damn que ahora tomaría su pwerau para él. Corinne había tratado de advertírselo a Laia durante años pero jamás había creído que la persona que había crecido fuera capas de algo así y las pruebas se encontraban justo en su bolsa de entrenamiento.

-No es nada personal, Corinne. Nos vemos en el infierno chiquilla -Hablo dándole el golpe final, sintió sus órganos comprimirse, causándole dolor, impotencia y sufrimiento. Algunas lágrimas bajaron a través de su rostro mas ningún solo grito de dolor se permitió dejar escapar de sus labios.

-Ellas te mataran... -le dijo con una sonrisa en sus pálidos labios haciendo uso de su ultimo aliento, mientras su mano derecha caía sobre un charco de sangre. Su rostro apenas se giro hacia el ventanal que se estremecía ante la violencia de los vientos y la lluvia rebotar contra el cristal, un relámpago cruzo el cielo justo en el momento cuando su corazón daba su último latido. Después de ello la calma se hizo presente en un mortal silencio.

Centro Portland, Dorset.7 horas antes.
Una suave brisa jugaba con su pelo, estaba amaneciendo, los rayos débiles del Sol caían sobre su rostro, estaba sola, o al menos lo estaba, cuando el ruido de arrastre de la silla frente a ella la hizo apartar la mirada del vidrio, sus manos estaban cerradas alrededor de una ya fría taza de café.

Bastián extendió hacia ella una carpeta de color oscuro, tras leer los papeles una mueca de desprecio cruzo los finos labios de Corinne finalmente tenia las pruebas que tanto necesitaba. Bastián la miro preocupado sabia que aquella información que le había entregado era muy peligrosa.

Daughter's Of The ElementsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora