Una semana después
Grace
Hoy iba a salir con Anderson a la playa, nuestros turnos no coinciden por lo que estaba saliente de turno de 24 horas ya que me tocó hacer turno doble por lo que me estaba poniendo pijama para dormir un rato.
Desperté por las vibraciones de mi teléfono rayos ya era tarde y tenía mensaje de Anderson.
Anderson: holaa ¿Cómo estás?
Anderson: ¿a qué hora te paso a buscar?
Ay porque me pasan estás cosas a mi
Grace: holaa me quedé dormida dame 30-40 min y estoy lista
Su respuesta fue casi de inmediato
Anderson: igual si estás muy cansada lo podemos dejar para otro día
Grace: nono si estuvo liviano el turno pero espérame para ducharme y vestirme
Dejé el teléfono sin esperar respuesta y escogí un chaleco rosa con un lazo en el cuello, jeans negros y unos botines cafés, puse mi play list mientras me duchaba y al cabo de 15 min ya estaba duchada, mientras seguía con la toalla en el pelo me maquille con sombra café, rimel y crema para la cara, procedí a secarme el cabello y ya estaba lista.
Anderson: bueno te espero
Grace: ya estoy lista
Anderson: voy
Entre a la habitación de soledad
— oye¿Cómo me veo? -pregunte mientras me sentía insegura-
— te ves bien, ponte un polar, hace frío afuera
Salí de la habitación y vi su auto azul estacionado. Este niño voló, saqué mi polar del closet me bañé en perfume y salí.
El bajó del auto y me abrió la puerta.
— gracias
— es mi deber
Se sentó y yo me puse el cinturón en el camino conversamos mucho y también reímos. Ya no era el niño serio de la otra vez y hasta su sonrisa es linda.
— llegamos -mientras se estacionaba- ¿tienes mascarilla?
— sip -la estaba sacando de mi mochila-
— deja tu cartera aquí nomás si no creo que pase algo
Nos pusimos nuestras respectivas mascarillas y bajamos del auto y lo primero que hicimos fue caminar por orilla de la playa me abroche mi polar porque la verdad me estaba muriendo de frío
— quieres que te preste mi chaqueta
— no, no te preocupes te dará frío a ti, aparte mi polar es calentito
Seguimos caminando
— están buenos los días para ir a la nieve
— no conozco la nieve
Me miró sorprendido
— es que a mí mamá no le gusta y mi papá es malo para salir
— ya cuando vaya te voy a pasar a buscar a tu casa
Por alguna razón estaba muy nerviosa a su lado. Llegamos a un puesto dónde venden café.
— ¿Que café te gusta?
— Capuchino Veinilla, pero yo me lo compro
— me da un capuchino vainilla y un café solo, con débito. Lo siento pero hoy pago yo -me dice mientras me mira mis ojos-
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Pandemia de amor
RomansaEsta historia comienza en plena pandemia del año 2020, si ese año donde todo se detuvo. la historiase centra en donde ambos protagonistas coinciden en un trabajo en una residencia y crean su propia pandemia de amor. >>podrás eliminarme, bloquearme...