Drown

Capítulo 13:

Cuando abrió los ojos casi que pudo morder la soledad. Se había ido. Por más que deseó encontrarlo entre alguno de los rincones más recónditos del lugar no lo hizo. Nada volvería a ser lo que fue. Lo había perdido otra vez, quedando nuevamente devastado al ver como la persona que más le importaba se iba de su vida como si nada, como si jamás se hubieran conocido, de la misma manera en la que se despide un extraño. Lo peor era que había tanteado la situación muchas noches atrás pero ésta simplemente se le había ido de las manos sin poder hacer nada, dejando que él pasara por su vida como una tormenta, dejándolo todo alborotado una vez concluida.

Con el corazón hecho pedazos como lo llevaba se vio obligado a retomar su vida habitual, haciendo las miles de cosas que podría haber hecho bajo su compañía, resignado a que probablemente nunca lo encontraría. Tampoco se decidió a buscarlo ―no debía de andar muy lejos― no iba a forzarle a quedarse. Si se había ido de su vida sin siquiera un adiós debía de tener motivos bien clatros para hacerlo y esta vez no iba a interponerse en las decisiones que conformaban su vida.

¿Lo había llegado a querer? Pues claro que lo había hecho pero estaba convencido de que los sentimientos no eran lo suyo. Por haber intentado acercarse a él sólo había logrado alejarlo y quizá esta vez fuera para siempre. Era tan desastroso.

Tal vez lo encontraría dentro de un tiempo y comprendería al fin que lo que estaba haciendo sólo era otro error, posiblemente el que más le afectó a Nico en todos esos años.

***

Aún tenía una esperanza, se había jurado muchas veces que no volvería a él, que simplemente lo olvidaría para no crear ningún tipo de sentimiento pero bajo las circunstancias que estaba viviendo era la mejor opción que creía tener. Sacó el móvil del bolsillo de sus jeans. Meditó su decisión. Era arriesgado, lo consideraba tan extremo como volver a caer solo dentro del tártaro.

Pulsó la pantalla fría plástica hasta que apareció el nombre que buscaba. Había actuado mal unos cuantos meses atrás, alejando al pobre chico bruscamente de su vida, pero se convencía de que lo salvaría esta vez en base a aquellas gastadas palabras.

»Cualquier cosa que necesites, puedes llamarme, ya sea de madrugada, sabes que puedes hacerlo.

Accedió a Will, le entregó su futuro, creyendo que sería lo mejor para ambos. Creó una vida con él como si nada de lo que pasó hubiera ocurrido nunca, ocultando el pasado dentro de una caja que se mantendría juntando polvo durante mucho tiempo hasta que quizá alguna vez, por los azares del destino, volviera a cruzarse con aquellos ojos verde mar que le habían cambiado la vida.

Fin