12. La sonrisa que quiero ver de ti

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Henley

La brisa con olores salados y frescos, gracias al mar, golpeaba las delicadas telas sobre la estructura en la que habían pasado distintas cosas en tan corto tiempo. Que regocijaba mi pecho a tal punto de sentir una tranquilidad, al por fin tener las cosas claras.

Estábamos sumergidos en un silencio tranquilo, sentados sobre el cómodo mueble rústico, con una vista de la calmada playa, en la que solo los dos podíamos disfrutar.

Mi brazo estaba apoyado en el respaldo del mueble, mientras sostenía con una mano la copa de vino tinto que había estado todo el tiempo en la pequeña mesa, esperando ser consumido luego de años, y lo que pasó fue suficiente motivo para abrir la costosa botella, rodeada de frutos rojizos y jugosos.

Miré hacia abajo nuevamente, su cabeza continuaba apoyada en mi hombro; era tan ligera que podía dejar que permaneciera así hasta el amanecer. Sonaba tan absurdo para alguien como yo, pero podía hacer esta simple acción como nombrar una estrella con su nombre.

Solté una risilla en cuanto pensé en eso, mi cabeza solo podía pensar en cualquier cosa que fuera para aquella rubia de cautivadores ojos verdes. Que desde un inicio quise que solo me miraran a mi, sin importar el costo.

-¿Qué pasa?- soltó una vez que elevó su mirada, con un ligero movimiento circular a su copa

-Nada... solo pensé en algo- confesé sin dificultad, suspirando en el proceso. Me miró unos segundos, que pareció buscar la verdadera razón de mi risa por curiosidad; asintió al terminar de inspeccionarme y regresó la mirada a la arena

-Tu saco estará lleno de arena- murmuró, supuse que ambos recordamos el momento en que lo lancé a la arena, sin importar lo que pasara con él

-Puedo comprar muchos igual a ese, no importa realmente- era totalmente para mi conseguir aquella pieza exclusivamente hecho para mi en cualquier momento, no habían motivos para sentir pena por el pedazo de tela oscura

-A mi me gustaba...- levantó su cabeza al darse cuenta que había soltado al aire aquellas palabras y con vergüenza poco notoria volvió a tomar un sorbo 

Incliné mi cabeza junto a mi cuerpo para ver la expresión que ponía. A este punto quería saber cada gesto que hacía, porque aunque conociera algunos característicos de ella, quería más, todo lo que pudiera esconderle al resto.

Me levanté sin decir nada mas que mostrar una sonrisa satisfactoria. Hasta ahora recordaba que solo tenía un vestido sin mangas puesto, y por más que estuviéramos en medio de la playa, esta hora era un poco más fría que todo el día. Estar con ella solo me podía hacer olvidar del resto, sin lugar a dudas parecía un adolescente orgulloso de conseguir un trofeo.

Pero Navier no era un trofeo que podía hacer brillar solo con un trapo.

Recogí el saco de alta costura y lo sacudí sin cuidado, logrando quitar de esta los minúsculos restos de arena. Y acercándome nuevamente, la hice ponerse de pie cuando puse los pies sobre la tarima de madera; me lanzó una mirada inquisitiva, pero solo me puse frente suyo y la rodeé con mi saco por los hombros.

-No es necesario- inquirió sosteniendo una de las solapas, porque la cubría casi por completo de las piernas hacia arriba; sonreí al ver aquella imagen suya

-No puedes resfriarse- bromeé acomodando los hombros y acariciando los costados de sus brazos al terminar, mis manos se amoldaban a ella y aunque fuera más grande que ella, todo era perfecto en ambos

-Es un poco tarde- cambió el curso de la conversación a sentir que mantuve la mirada en su rostro por mucho tiempo, aún no estaba acostumbrada, pero conmigo lo estaría

[+18] STATUS | Navier y HenleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora