CAPITULO 2

21 2 0
                                    

Llegamos a nuestro aula y recordé nuestro primer encuentro. Cloe ha sido mi mejor amiga durante ocho años, y tenemos una rica historia juntas. Nos conocimos precisamente en estas clases. A pesar de que nuestras técnicas de baile son distintas, eso en lugar de distanciarnos, nos ha unido aún más. Nuestras coreografías son impresionantes, o al menos eso es lo que siempre nos dice nuestra maestra, Ágata.

Ágata es una mujer increíblemente hermosa, con un cuerpo esbelto que desafía su edad. Aunque ha superado los 50, su figura parece la de una mujer de 30. Lleva una dieta equilibrada, realiza mucho ejercicio y cuida meticulosamente su piel.

Pensé que el día no podía empeorar, pero me equivoqué.

- Chicas, en dos meses habrá una presentación donde se mostrarán las mejores rutinas de esta escuela. Representaremos nuestra ciudad y tres de nuestras alumnas tendrán la oportunidad de asistir a esta presentación. Sin embargo, antes, deben demostrar lo mejor que pueden hacer. Las próximas cuatro semanas se dedicarán a crear su coreografía y mostrarla. Entonces decidiré quién me acompañará - anunció nuestra maestra con entusiasmo.

Cloe y yo tenemos coreografías que solo nosotras conocemos, nunca se las hemos mostrado a nadie. Así que nos lanzamos una mirada cómplice.

                                                                                                         ***

- Estoy ansiosa por participar en las próximas presentaciones - confiesa Cloe mientras salimos de la escuela.

- Yo también, nuestra rutina será insuperable. Debemos elaborar un plan de presentación, esforzarnos al máximo y practicar aún más. ¡Será increíble! - le respondo. Al llegar a casa, decido repasar un poco las coreografías. Estoy emocionada, pero entre los dos deportes que practico, el trabajo y la escuela, apenas y tengo tiempo para Matías.

Matías es mi prometido. Nuestras familias son muy unidas, y a veces pienso que planearon nuestro compromiso incluso antes de que naciéramos. Pero la verdad es que él es el mejor hombre que podría haber encontrado después de mi última relación fallida. Al final, se trata de encontrar a la persona con la que pasarás tu vida.

Después de terminar mi práctica, me concedo un merecido baño de burbujas. Allí, en la tina con una copa de Chardonnay, recibo un mensaje. Me inquieta ver que el remitente es "Desconocido", supongo que será uno de esos mensajes de spam, así que decido borrarlo. Justo entonces, Matías me llama.

- Señor Sallow, cuánto tiempo sin saber de usted - le digo a mi prometido, quien se encuentra en un viaje de negocios. Aunque llegará en un par de días, lo extraño mucho. - Espero que me diga que llegará en el próximo vuelo que está a punto de aterrizar porque no sabe cuántas ganas tengo de verlo y de hacerle tantas cosas, ya sabe, un castigo por dejarme sola estas dos semanas - le digo con voz anhelante.

Escucho una risa inocente del otro lado. ¡Oh no!, creo que me tenía en altavoz y no estaba solo. Me sonrojo en ese momento, aunque es tonto porque nadie me ve. - Hola cariño, te llamo porque es la mejor oportunidad que tenía para decirte que te amo y que las ganas de verte son muchas...

- No llegarás pronto, ¿verdad? - le interrumpo, un poco molesta y decepcionada.

- No, cielo, lo siento mucho, te compensaré este tiempo -.

Después de hablar con él durante dos horas, me siento un poco más tranquila. Sin embargo, las ganas que tenía de hacer el amor con él en la habitación, en el suelo, en la tina, en cualquier lugar, es lo que me tenía decepcionada.

Hablamos sobre unas vacaciones fuera de la ciudad, lo que me animó un poco. Matías siempre ha hecho todo lo posible por mantenerme feliz y satisfecha, así que decidí solicitar mis vacaciones en las fechas que habíamos acordado.

- ¡Dios!", exclamo, dejándome caer en la cama con las manos sobre el abdomen. Desearía que estuviera aquí. Lo extraño, extraño la forma en la que me toca, cómo recorre cada parte de mi cuerpo, cómo cubre mi piel con su figura tan masculina.

Me levanto y camino hacia la mesita de noche junto a mi cama. Abro el cajón y meto la mano hasta el fondo, donde encuentro una caja negra. Retiro lo que hay en su interior y lo tomo en mis manos. Camino hacia la ventana, que ofrece una vista impresionante de toda la ciudad. Abro una de las cortinas para dejar entrar la luz de la luna, apago las luces y enciendo la música, que comienza a reproducir "A Woman's Worth" de Alicia Keys. Me acuesto con mi pijama de encaje negro, que, debo admitir, deja muy poco a la imaginación. Pero no tengo a nadie a quien mostrárselo, y yo lo único que buscaba en ese momento era jugar con mi vibrador.

Me quito mis bragas, enciendo mi Besuper de doble estimulación de color morado y lo paso por mi cuerpo, desde mi estómago hasta llegar a mis pliegues. Ya estaba lo suficientemente húmeda cuando lo introduzco en mi cavidad poco a poco. Su vibración provoca un hormigueo en mi abdomen, haciendo que mis piernas se estremezcan. Lo introduzco una y otra vez, mientras que con mi mano libre hago círculos ligeros con uno de mis dedos en la zona de mi botón interno. Esto provoca que arquee mi espalda, muerdo mis labios y con los ojos cerrados me imagino a Matías encima de mí, entrando varias veces, feroz, como a mí me gusta. Subo mi mano tocando mi seno izquierdo y dejo salir un ligero gemido mientras aumento la velocidad. En poco tiempo, mi líquido empapa las sábanas. En ese momento, es cuando llego al clímax, mis pies suben en el aire, acariciándose uno con otro. Ligeramente giro la cabeza hacia la ventana, vuelvo a arquear mi espalda hasta que el orgasmo termina de apoderarse de mi cuerpo.

Bajo mis piernas lentamente, saboreando el placer que me he proporcionado. Tendida allí, siento mi respiración acelerada. Recuesto mi cabeza en la almohada y me dejo vencer por el placer.

INTRUSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora