Fuera de la oficina | KookV

8. Horas extras

Taehyung tenía que admitir que estaba impresionado por la forma en que Jungkook había estado tratando la situación de Hyemin desde el día anterior. Tal parece que su jefe había dejado de tenerle miedo a una pequeña niña y se había decidido a lograr una sola tarea: encontrar a Lee Yaereum.

―¿Lo ves? Aquí está ―dijo Jungkook señalando la pantalla en donde se transmitía la irregular imagen de una cámara de seguridad, ahí se podía ver a una mujer saliendo de la mano con una niña―. Deben ser ellas, justo antes del atardecer.

―Jungkook, ¿de dónde sacaste estas grabaciones? ―cuestionó con escepticismo.

Eran recién las diez de la mañana, habían pasado apenas poco más de doce horas desde que estuvieron en el parque.

―¿Recuerdas a Taesoo?

La expresión de sorpresa en el rostro del secretario no cambió ni un poco. Dan Taesoo había sido parte de su equipo de trabajo en el proyecto anterior, era un programar excepcional, pero también era una presencia que no dejaba de crear problemas, por lo que Jungkook lo había despedido hace poco más de un año. Nunca esperó volver a escuchar ese nombre de los labios de su jefe.

―¿Dan Taesoo? ―preguntó para confirmar.

―El mismo. Él ahora se dedica a otro tipo de cosas ―dijo con un aire que intentaba simular inocencia―, me consiguió estas grabaciones por un buen precio.

Taehyung no se movió ni un poco.

―¿Hackearon un parque?

―Solo porque ellos no quisieron mostrarme las grabaciones en primer lugar ―se justificó.

―Por supuesto que no quisieron, esto es violar la privacidad de las personas ―señaló la pantalla donde la imagen se había congelado sobre la mujer y la niña.

―Es la primera pista real que tenemos ―contestó a la defensiva.

―Es por eso por lo que debiste pedir ayuda a la policía, que un investigador se encargue de estas cosas dentro de la ley ―Taehyung se levantó de la silla de Jungkook en la que se había sentado a petición de su propio jefe para ver mejor la pantalla―. Esto es ilegal...

―Tae, ya sabes por qué no podemos ir con la policía, la llevarán a un hogar de acogida, ni siquiera tenemos garantía de que realmente busquen a la madre.

El nombrado comenzó a caminar con nerviosismo por la oficina. Jungkook tenía razón, si decidía anular el registro y dejar a la niña con la policía no había garantía de nada, Hyemin podría terminar yendo de una casa de acogida a otra. Al menos podía darle eso al pelinegro, no parecía querer que la vida de la pequeña se arruine de tal forma.

No obstante, eso no cambiaba la realidad.

―Puedes meterte en problemas por tener algo como eso ―dijo en voz baja, temiendo que alguien del otro lado de la puerta pudiera estar escuchando.

―Es solo una grabación pequeña, Taesoo dijo que no queda rastro de una filtración de información de este tipo ―siguió hablando Jungkook―. Además, no es que vaya a terminar en prisión por esto, a lo mucho podría ser una multa, Ahn puede encargarse perfectamente de eso.

El secretario analizó la expresión de su jefe intentando encontrar cualquier tipo de vacilación en sus labras, pero el mayor se veía completamente seguro de que las cosas eran exactamente como había dicho. Y cuando Jungkook mostraba aquella seguridad, normalmente las cosas iban a su favor. Era una especie de don, pensaba Taehyung, pues nunca había conocido a nadie más a quien la determinación y la serte jugaran tanto a su favor. Aunque sabía que no era solo eso, simplemente Jungkook tendía a establecer firmemente su siguiente movimiento.