El viaje en auto hasta su casa solo podría describirse como silencioso. El único sonido que fluía entre ambos era el de la música que sonaba a bajo volumen a través de las bocinas del vehículo y el característico sonido de las calles atestadas de tráfico. Desde que Namjoon lo había llamado no habían compartido más que miradas fugaces, aunque llenas de significado. Al menos él podía notar el brillo satisfecho y coqueto con el que Jungkook lo miraba de vez en cuando, cuando se permitía apartar sus ojos del camino.
Él, por otro lado, no podía hacer más que intentar controlar ese burbujeo nervioso en la boca de su estómago. Había perdido completamente la cabeza, sí, eso debía ser, porque no había forma en que haya hecho lo que hizo estando en sus cabales. Se habían vuelto a besar. Otra vez. Y en esta ocasión había sido un «beso», uno de verdad, si no hubiera estado tan perdido en su propia mente habría podido hacer un análisis de la estructura de la boca de su jefe.
¿Qué mierda? ¿Cómo es que habían llegado a esa instancia?
Volvió a dirigir una mirada rápida a Jungkook, quien estaba ocupado detrás del volante. Taehyung agradeció para sus adentros que el pelinegro haya dicho que él manejaría por esa ocasión, pues con lo disperso que se encontraba no estaba seguro de poder haberlo hecho de forma correcta. Lo último que le faltaba era estrellar un auto que costaba millones, ni en sus sueños más salvajes podría pagar la cuota del seguro de aquel coche. Suficiente tenía con saber que Jungkook se había dado cuenta de su nerviosismo había decidido manejar por él.
Se sorprendió la notar que ya se encontraban cerca de la casa de su padre y Namjoon. No recordaba la última vez en la que ambos hubieran viajado sin pronunciar una sola palabra, pero, por alguna razón, no se sentía incómodo en absoluto. La canción cambió y un cover acústico de Stand by me cambió el tono del ambiente. Esa canción la había agregado el castaño en la playlist del mayor en una de esas ocasiones en las que Jungkook le daba el puesto de DJ de viaje. No estaba seguro de si la había eliminado en algún momento, pues no había vuelto a escucharla desde aquella ocasión, pero parecía ser que no lo había hecho.
Y como si fuera alguna especie de broma del destino, la canción había salido a relucir en aquel momento. Taehyung habría bufado ante el tono romántico de la melodía si no fuera porque era consciente de que Jungkook estaba atento a cada uno de sus movimientos. Ahora se arrepentía de no haber agregado alguna canción de un grupo de idols o algo así.
La canción todavía no había llegado a su final cuando Jungkook estacionó frente a la puerta que esperaba a Taehyung. Solo ver la fachada del lugar hizo que el nerviosismo de Taehyung volviera a incrementarse, aunque esta vez se trataba de un mal presentimiento. No había vuelto a ver a Namjoon desde esa noche en que el mayor le pidió que renunciara a su trabajo y no estaba del todo seguro de cómo iría esa conversación ahora. Los asuntos del trabajo y la búsqueda de Lee Yaereum lo habían mantenido centrado para no pensar en aquello, pero ahora que estaba a solo unos pasos de enfrentarlo no podía controlar la sensación desagradable que había en su pecho.
Nunca imaginó que llegaría el día en que se sintiera así por volver a casa. No le gustaba en absoluto.
Se mantuvo mirando con preocupación aquella fachada por un tiempo indeterminado hasta que sintió un toque suave en una de sus mejillas, de inmediato giró a donde Jungkook, el responsable de aquel toque, ya lo miraba con seriedad. Taehyung sabía que se estaba tomando su tiempo para salir del auto y solo podía estar agradecido con que Jungkook le haya dado su espacio por lo que debieron ser algunos minutos.
—Llámame si ocurre algo —dijo con toda la seriedad que transmitía su expresión—. Y si necesitas ir a otro lugar sabes que las puertas de casa siempre están abiertas para ti.
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Fuera de la oficina | KookV
FanfictionJungkook tenía la vida con la que siempre había soñado, se dedicaba a lo que quería y tenía la libertad que desde pequeño había buscado. Pero las cosas podían cambiar de la noche a la mañana o, más específicamente, con un simple llamado a la puerta...