- ¿Qué tal estuvo? - Alexa me mira fijamente.
Desconozco como llegaron Rachel y Laila. Parpadeo unos segundos moviendo la mecedora de Lotte pues no he dejado que ninguna se acerque hasta que ella despierte pues no quiero que despierte de mal humor.
- Fue normal. - Decido no crear rumores, mi vida sexual no es algo que me guste hablar. - Nada en especial.
Todas sueltan un jadeo, les hago la seña de silencio y se tapan la boca con una risa.
- Pero si muchas alardean y con esa me refiero a Angela. Se supone que el coronel es el mejor en el se...eso la intimidad. - Corrige Alexa.
- Bueno ya basta. Solo fue un acoston y no me gustó como se dio. Si yo no hubiera sentido siquiera atracción lo que hizo sería una porquería Alexa. Y no se les ocurra defenderlo. Yo no voy a romántizar esas mierdas. - Bufo.
Lotte suelta un quejido y la miro de inmediato, su puchero hace su llanto venga. Todas se levantan pero con una mirada mía regresan a su lugar.
Saco a mi hija de su mecedora, cuando nota que todas la miran su llanto termina y las mira fijamente. Todas la saludan con una sonrisa mientras que yo veo a mi hija en busca de reacción.
Su ceño se frunce y solo escucho a todas fascinadas por sus ojos sin saber lo oscuro de la situación. Lotte les hace el feo y se esconde en mi cuello arrancandome una carcajada.
- Pero Charlotte. - Alexa hace un puchero y se levanta para tocar su mano. Mi hija suelta una carcajada cuando volteo un poco hacia ella.
- Es tan linda. Aún no he pensando en tener un hijo pero me gustaría. - Rachel toca su vientre y suspira - A lo mejor en un futuro.
Lotte se abalanza con Alexa y dejo que la tome. - Pero primero deja a Bratt. No me gusta como te trata e incluso no te da tu lugar. Lo he visto Rachel.
- A mi tampoco me gusta pero nunca me escucha. - Laila juega junto a Alexa con Lotte.
- Ya lo veremos si no aprendes por las malas Rachel no es por dar mucha mala fé pero es la verdad. - Me encogí de hombros.
- ¿Qué dices? - Angela masajea mis hombros.
- Escuche por la central que según no estuvo pasional. - Complace muy rico coronel. Usted me ha hecho venir muchas y me deja agotada no es posible que la capitán Deverux y usted se acostaran y hable así de usted.
Aprieto la mandíbula con ira. Seguro si esos son los rumores Patrick no tarda en venir a burlarse de mi. Ella se atrevió a decir que normal. Nada en especial.
¡Nada de maldita especial!
- Lárgate.
- Coronel...
- ¡Largo! - Grito y ella sale corriendo despavorida.
Me sujeto la cabeza jalando mis cabellos con impotencia, jamás me había pasado algo como esto. Dejar insatisfecha a una mujer y mucho peor alguien como ella.
Tengo que volver a tenerla. Mostrarle que puedo hacer su maldita noche sexual especial y tan maravillosa que es ella la que querrá repetirlo. Yo no tengo porque buscarla.
- ¡Maldición! - Grito tirando todo lo de mi escritorio.
Las ganas de llamarla me matan pero su mirada y palabras que me dio en su oficina se quedaron grabadas en mi.
- Me siento sucia Alexa. - Susurro aguantando las lágrimas - No me gustó esto. No me gustó nada lo que me hizo. Te juro que aveces trato de resistirlo pero ese sentimiento me carcome. Me siento desfallecer Alexa.
- Persefone...
- No puedo. Me sentí usada, me sentí ultrajada. - Las lágrimas salen mirando a mi hija dormir en su cuna que mande a traer. - Una vez me metí con un hombre como él y mi hija terminó con heterocromia. Me costó mucho trabajo salir adelante con mi bebé cuando todos me dijeron que moriría. Christopher me hizo recordar ese día tan horrible. De solo pensar si mi anticonceptivo fallaba y quedaba embarazada no podría soportarlo.
- Su hubieras quedado embarazada... ¿tú?
- Abortaria Alexa. - La miro fijamente - Yo no tendría un bebé de otro cretino. No lo voy a permitir. - El lápiz en mi mano truena. - No voy a juntarme con el maldito hijo de perra haré que se arrodille Alexa. Voy a hacer que se arrepienta por usarme de esta manera.
- Pero puedes no ganar Persefone. Piensa bien las cosas ese hombre no se disculpa con nadie.
- No quiero perdón. Quiero venganza. Voy a hacer que se arrastre por haberme engañado y si en un futuro llegasemos a estar juntos como dices va a ser hasta que yo lo decida. Hasta que llore sangre por su maldita Humillación. - Aprieto los puños golpeando mi escritorio.
Mi garganta se cierra y ella brinca del susto por mi actitud, miro a mi hija dormida. - Te juro por mi hija que es mi tesoro más preciado. Que haré que ese coronel bese mis malditos zapatos delante de todos. - La señalo - No estaba bromeando cuando le dije que se arrepentiría. Lo haré desearme y me meteré tanto en su cabeza que va a desear nunca haberme conocido.
- Pues parece que tus planes no están tan lejos a pesar de que me des un poco de miedo justo ahora. - Suelta una risita - Patrick difundió el rumor de que no te dejó satisfecha. Y según escuché...Christopher cree que no te hizo venir osea no tuviste un orgasmo.
- Lo tuve. - La miro.
- Pero él no tiene que saberlo. - Me sonríe complice.
Ambas nos miramos cómplices y chocamos los puños estallando en risas. Eso sería un buen bonus, no hay nada más humillante para un hombre como Christopher saber que no provocó un orgasmo a una mujer.
- No tardará en buscarme entonces Alexa, que corran los rumores. Que digan que el coronel ha perdido su toque. Así va a venir corriendo a intentar desmentir. Su orgullo ya ha sido golpeado y no voy a parar hasta hacerlo pedazos.
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Deverux
FanfictionPersefone Deverux de veintiun años y Romina Charlotte de seis meses se mudan a Londres sin saber las aventuras que les esperan. ♤Actualizo cada que los astros se alinean♤