Termino de ponerme mi ropa interior. Suspiro mirándome al espejo con mis lágrimas corriendo por mis mejillas.- Maldito. - Me coloco mi pantalón y salgo a mi habitación mirando a mi niña dormida. Suspiro con resignación para dejar un beso en su frente e irme.
Me despido de Daye sin decir una sola palabra, subo al coche aún tratando de mentalizarme. Sigo la dirección apretando el volante. - Solo una noche. Solo esto Persefone.
Me meto al estacionamiento sin problemas, subo por el elevador tratando de mentalizarme. Mi cabeza estará ocupada todo el tiempo.
- ¿Por qué te quedas ahí parada? - Su voz me saca de mis pensamientos y suspiro pasando sin decir una sola palabra.
- Mis condiciones. - Lo señalo.
Christopher sonríe y me toma de la mano para jalarme a él y besarme, su boca me devora comenzando a quitarme la blusa pero tomo su mano con firmeza.
- Quítate eso es molesto. - Gruñe.
- No. Sigue con lo tuyo.
- En el contrato dice follar. - Se queja masajesndo mi culo bajando mis pantalones.
- Exactamente y eso es solo un coño y una verga. En ningún momento dice "darle teta a un maldito tramposo que no acepta un no por respuesta" - Me suelta la blusa rodando los ojos y me carga llevándome a su cama.
Agradezco vaciar mis tetas antes de venir no quiero que un lampon como él, seguro deja sin comer a mi hija.
Sus manos abren mis piernas y restriega su erección en mi humedad, un gemido sale de mi boca haciéndome maldecir. Su sonrisa de burla me molesta, vuelve a tomar mi boca y los jadeos salen de mi boca cuando me adentra sin miramientos.
ESTÁS LEYENDO
Deverux
Fiksi PenggemarPersefone Deverux de veintiun años y Romina Charlotte de seis meses se mudan a Londres sin saber las aventuras que les esperan. ♤Actualizo cada que los astros se alinean♤