- ¿Qué clase de cama tan dura tienen los Mascherano como para ocasionar un sangrado a mi madre de esta magnitud? - Me quejo cargando a Romi.
- ¡Mmmba! - Me responde con sonidos en su boca jugando con mi cadena.
- Mamá aún no ha despertado Romi e incluso la FEMF ha llegado muy tarde al lugar donde te tenía el hombre malo. - Beso sus mejillas haciéndola reír a carcajadas.
- Charlotte...- La voz de nuestra madre nos hace voltear y mi sonrisa aparece cuando ella abre sus brazos hacia Romina en un ademán de cargarla.
Romina se emociona cuando la extiendo hacia su madre comenzando a subir y bajas sus piernas con emoción agitando sus manos a los lados.
- Despertaste. La doctora dice que estarás bien pero llamamos a Recce para que venga por tí. - No puedo evitar sonreír cuando la veo tomar a Charlotte besando sus mejillas arrancandole varias carcajadas.
- Mi alma. Amor mío regresaste.- Soñosa abrazándo a la pequeña para después acercarse y abrazarme como puede besando mi mejilla - Gracias por ayudarme cariño. Dile a tu padre que es un maldito por no querer darme la cara.
- Que te digo Koroleva, no es fácil ver a la persona que te rechazo. - Me burlo - Suficiente tiene con que tengas mi custodia.
- Eso fue hace años. Eran un pequeño de tres años. - Romina me cachetea y me quejo.
- Niña suicida mala. - Reprendo. - ¿Tres años? No tenía dos... - Me quedo pensativo.
Persefone toma la mano de mi hermana impidiendo que me pegue provocando un puchero y metiendo su mano en la blusa de su madre con recelo. Loca.
Recce baja del avión con una sonrisa abriendo sus brazos. - Mis muñequitas. Cuando Vladimir me llamó pensé lo peor juro que ese Alex maldito me las va a pagar por entregar a mi muñequita menor en bandeja de plata.
Ruedo los ojos por ese asunto. Ese maldito ministro me tachó de traidora y les dio las armas e información suficiente a Mascherano para llevarse a mi niña.
- La revise y solo fue un sedante, no la inyectaron más pero tengo miedo Recce. No por mi, mi pequeña no tiene a nadie más y no pienso dejarlo con Ilenko. - Hago un puchero cambiando de brazos a Charlotte quien duerme plácidamente después de comer.
- Iremos juntos a la central, le diremos a Alex que están bloqueados tus registros ya que estuviste conmigo en la isla. No tienen que saber que fue por tu tratamiento. - Me quita a Lotte de mis brazos para arrullar a mi bebé besando su frente, ambos nos subimos al coche rumbo a la central siendo recibidos por la Alex con su cara de culo.
- Cubrela. No quiero que vuelva a verla. - Le pongo la manta a Recce cubriendo a Lotte de todos los ojos curiosos.
- ¿Qué sucede aquí? Estás conspirando contra tu propio hermano. - Habla Alex con ironía.
- Ser ministro te dejó sin escrúpulos como si fueran fundidos. Te atreviste a entregar a una niña, una bebé de seis meses por pensar que su madre es traidora.
Recce suena más enojado que de costumbre me jala dentro de la central pasando por el lado de todos hasta toparnos con Christopher quien nos mira a ambos en silencio, su mirada va a mis manos con su tío.
- ¿Qué mierda sucede aquí?
- Eso pregúntale a tu padre. Acusa sin fundamentos, Persefone estuvo conmigo en ese tiempo en el que su expediente está borroso se supone que mi isla no existe ante los ojos de nadie por lo mismo no aparece.
- No pregunte eso. Me estoy refiriendo a la razón por la que sostienes la mano de mi mujer tan familiarmente. - Frunce el ceño.
Mis mejillas se tornan rojas y me lleno de confusión al igual que todos aquí. - ¿Tu mujer? Cuando. - Me quejo - Medicate.
Lotte comienza a llorar y Recce me la entrega con cuidado para ver como jala a Alex sin cuidado dentro de su oficina dejándome con Christopher. - Salió llorona su hermana. - Rueda los ojos.
- Seguro siente a los monstruos cerca que teme por mi. - La arrullo y justo cuando veo sus intenciones de bajar la manta retrocedo. - No la toques. Suficiente daño hizo tu padre como para que te permita siquiera verla. - Me alejo.
- Yo no tuve nada que ver. No hice nada.
- Exacto. No hiciste nada, no me ayudaste a buscarla, afecto o mierdas que tengamos entre nosotros no importaba. Lo hacía tú código como coronel. Salvar a un inocente.
Me doy la vuelta dejándolo con la palabra en la boca. Romina se queja y saca su cabeza de la manta para mirarme fijamente llevando su mano a su boca. - No lo escuches. Está loco mi amor. - Le hablo a Lotte.
Mi mujer. En que coño estaba pensando cuando dije eso quedé como un jodido idiota delante de Alex y Recce.
Lo único que me faltaba es que me dijera que esa bebé era mía o yo era su padre. Cuando llegamos a lugar donde dio Patrick para rescatar a la pequeña ya no había nadie solamente sangre en el lugar.
Cuando intente dar con ella todo nos apareció bloqueado nuevamente e incluso aparecía como último lugar esa casa de Mascherano. Cuando no la vi ahí juro que me dio un dolor en el pecho como si estuviera enfermo pero es muy estúpido ya que solo he estado con ella tres jodidas veces.
Debo estar enfermo de algo. Iré al jodido doctor ahora mismo antes de que caiga en la locura.
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Deverux
FanfictionPersefone Deverux de veintiun años y Romina Charlotte de seis meses se mudan a Londres sin saber las aventuras que les esperan. ♤Actualizo cada que los astros se alinean♤