Persefone Deverux de veintiun años y Romina Charlotte de seis meses se mudan a Londres sin saber las aventuras que les esperan.
♤Actualizo cada que los astros se alinean♤
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- Es una traidora Christopher entiende. ¿Por qué razón reaccionaria de esa manera por un Mascherano? Está claro que su historial está bloqueado por lo mismo. Desapareció mucho tiempo y que yo no pueda entrar es más sospechoso.
- No lo es. Ella no sería una traidora y si lo fuera ¿Por qué entregaría a Philip?
Mi cuestionamiento lo hace tensarse. Persefone duerme desde más o menos media hora. Su hermana se encuentra con Alexa hasta donde sé y lo único que me martilla la cabeza es ese historial inconcluso.
No puede ella ser una traidora y mucho menos utilizar a una bebé para cubrirse. De recordar como la defendió cuando la amenace me hace negar tal acusación grave.
- Ella nos traicionó. Entiende de una maldita vez Christopher. Esa mujer a la que te estás follando es una maldita traidora.
- ¡No lo es. Joder! - Golpeó la pared con fuerza y se tensa negando. - Ella estará bajo custodia. No puedes sacarla de aquí o juro que la encerrare en Iron Walls. - Me amenaza y sale azotando la puerta.
Paso las manos por mi cabello lleno de frustración. Me acerco a ella para acariciar su mano y su mejilla, su rostro luce tranquilo pero algo pálido. Su cabello negro despeinado me gusta aún más que ayer.
- Abre los ojos...debes defender las acusaciones ojos dorados. - Susurro.
Mi pulso se acelera y me alejo cuando me doy cuenta de lo que hago. Niego sacudiendo mi cuerpo de todos estos actos estúpidos incluso los apodos.
Uso mi teléfono para tratar de meterme a los datos pero nuevamente están en blanco, los bloqueados me expulsan cuando fallo el código. Se envía una alerta de borrador y bufo por no poder saber más de ella.
Las cienes me duelen de tanto que apreté la mandíbula con la cantaleta de Alex. Miro hacia la camilla para después ver la hora. Ya pasó una hora exacta.
- Charlotte. - Sus labios se entreabren comenzando a llamar a su hermana. Me acerco a ella y obligo a detener mis manos que pican por tocarla.
Sus ojos se abren y lucen más apagados que antes. Sus labios rosados lucen quebrados pero pasa su lengua tratando de remojarlos. Me acerco al buro sin decir nada para darle un poco de agua.
- Despertó. - Alex como un jodido demonio se acerca con unas esposas.
- Aleja eso de ella. - Amenazo.
Ambos hacemos una guerra de miradas, la camilla cruje y la veo levantarse. - ¿Dónde...? - Mira a su alrededor - ¿Dónde está Charlotte?
Alex garraspea algo inseguro rascando su nuca. - Está con Alexa.
Asiente y nos ignora por completo intentando salir. La puerta se abre y Alexa entra con una sonrisa y flores.
- ¡Haz despertado! - Sonríe abrazándola. - Por Dios cuando Patrick me lo dijo me volví loca pero no dejaban entrar a nadie.
