PASIONES PROHIBIDAS: (Amores que hieren)¹

CAPITULO 20

Un Operativo Muy Placentero.

ISABELLA

El agente Oscar se había detenido desde hace dos horas en un hotel, sin hablar con absolutamente nadie, lo más seguro era que se estaba curando todas las heridas.

Yo no había hablado con nadie de esto, estábamos en mí casa, pensando que deberíamos hacer.

— Estamos perdiendo el tiempo, ¿verdad?—les preguntó a mis amigas haciendo una mueca.

Ellas asienten con los labios fruncidos.

Todas estábamos en mí habítacion destruida por manos del italiano, así que tuvimos que apartar los vidrios y se ve menos caótica.

También tenía que verme con Christian, pero por alguna razon, estaba acá, perdiendo el tiempo.

Becky estaba casi dormida en mí sillón, Ágatha estaba en su célular, Nicolle estaba comiendo, Sámara estaba igual a la primera y Ailen estaba acariciando mí cabello desde que me recosté en sus piernas.

Todas estábamos cansadas pero sabíamos que aún así teníamos que trabajar.

Había algo que no me dejaba en paz, y no era algo que valiera la pena.

El general no había salido de mis pensamientos y por más que trato alejarlo, no puedo.

Agarro mí célular y entro al chat de Dareck qué se encontraba en línea.

Intentó mandarle varios mensajes pero siempre termino borrando lo que escribo.

Al cabo de unos minutos, termino mandándole un maldito "Hola" y desconectarme de inmediato.

Ahora me estaba volviendo una maldita adolescente.

Me frotó el rostro incorporándome sentada y observó la llamada pérdida de mí celular de trabajó que vibraba desde hace minutos y no me había dado cuenta.

Era Adam.

Supongo que me llamaba a ese celular, por qué tenia su número bloqueado desde esta mañana.

Cuando observó el nombre de mí novio rechazo la llamada, apagó el célular y me pongo de pie para ir a lavarme la cara.

No nos habíamos cambiado ni siquiera.

Cuando estoy más despierta agarro mí laptop y bajo a la sala para sentarme y prender el televisor.

Me preparo un sándwich con un vaso de jugo y vuelvo a sentarme agarrando el portátil.

Empiezo a buscar las cámaras de seguridad de todo Estados Unidos y en mi celular estoy pendiente del rastreador.

Oscar estaba en East Harlem y para mí suerte, quedaba algunas horas lejos del apartamento del general.

Por la cámara puedo ver el hotel en el que está ubicado y miro con atención como se cura todas las heridas en el cuerpo.

Me terminó el jugo y cierro el portátil para subir de nuevo a mí habítacion, finguiendo que no quiero revisar mí celular cada segundo.

— Escuchen...—llamo la atención de las chicas—. No hay tiempo para cambiarnos, solo estén listas con cargamento.

— ¿Donde esta el agente?—pregunta Becky restregandose los ojos.

— East Harlem y si somos lo suficientemente rápidas podemos atraparlo hay—les aviso.

— Tenemos que hablar con Misael—recuerda Samara y hago una mueca.

— Con toda la mafia..—respiro profundo—. Convocaré una reunión—me obligó a decir.

— ¿Y puedo ir con este vestido?—pregunta Ailen subiendo y bajando sus cejas.