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— ¿Una cesta de rosas? ¿Para él?

El Alfa frunció el ceño a Jean-Paul, su asistente personal, que estaba de pie en la puerta que acababa de abrir para permitir que la Omega que la llevaba entrara en el despacho. La Omega en cuestión había cargado como un carro de combate llevando en sus brazos lo que, evidentemente, era un arreglo floral caro y extravagante.

Al parecer, su asistente personal no veía ninguna razón para hacer algún comentario que le explicara a qué venía aquello, pero un gesto de sus labios indicaba algo parecido a la desaprobación o el disgusto. Mientras tanto lo miraba como para ver su reacción. Esa actitud se añadía a lo que había sido una mañana de lo menos productivo. ¿Por qué había permitido Jean-Paul que esa tontería llegara hasta él? Parte de su trabajo era protegerlo de intrusos inesperados.

—¡Aquí está usted! —exclamó la repartidora con satisfacción dejando la cesta en medio de su mesa de despacho sin tener cuidado con los papeles que tenía encima.

Zayn, viéndose directamente enfrentado a esa corpulenta omega, del tipo que no se dejaba intimidar por nadie, se levantó y pretendió mostrarse firme y sucinto al tratar con la situación. La repartidora lo miró de arriba abajo, como midiendo a la clase de Alfa a la que se podían mandar rosas. Por lo menos había tres docenas de ellas. Fuera quien fuese el remitente, se había pasado, en opinión de Zayn.

—Me temo que ha cometido un error —dijo secamente—. No pueden ser para mí.

—No. No me he equivocado. Tengo el pedido aquí en mi mano —dijo ella pasándole un papel con aire de triunfo—. Véalo por usted mismo. Señor Zayn Malik. Edificio de Administración de Malik Electronics en Bondi Junction. Eso es aquí y, ese es usted, muy bien. No hay ningún error.

—Bueno, eso parece —cedió el Alfa, dándose cuenta de que no le quedaba más remedio.

—Entrega personal. Esas fueron las instrucciones de quien lo envía. Por cierto, que insistió mucho en ello. No tenía que dárselo a nadie más que al señor Malik en persona. Así que he venido yo misma para asegurarme —afirmó la Omega mientras dejaba el papel sobre la mesa y le ofrecía una pluma—. Y ahora, si no le importa firme aquí, señor Malik. Eso lo demuestra bien claro, ¿no?

—¿Quién...?

El Alfa no continuó con la pregunta, ya que no quería darle más conversación a la Omega. El que le mandaba las flores debía estar de broma. Una broma de muy mal gusto.

—Hay un mensaje para usted en el sobre —dijo la corpulenta mujer y se lo señaló.

—Gracias —respondió Zayn mientras firmaba. Luego le devolvió el papel sonriendo levemente y continuó. —Su prueba de que me lo ha entregado.

—Bueno. Esto le ha dado un poco de interés a un día aburrido. No se envían rosas a muchos Alfas, usted es el primero al que lo hago.

—Me alegro de haberle proporcionado una experiencia nueva. Ahora, si no le importa.

La mujer se rió sonoramente. Luego lo miró con aire pícaro. —Supongo que debe ser usted muy bueno en la cama, señor Malik ... Me refiero en lo de proporcionar nuevas experiencias. Todas esas rosas rojas ...

Luego agitó la cabeza y salió de allí riéndose a carcajadas. ¡Buena broma! Jean-Paul no la acompañó a la entrada y se quedó en la puerta. Estaba muy claro que aquello le divertía tan poco como a él.
¿Estaba esperando a ver qué había sucedido en su vida privada? ¿Quería ver quién le mandaba rosas?

Zayn tenía que dar por sentado que probablemente Jean-Paul tendría sus razones para considerarse a sí mismo como el primer candidato para una nueva experiencia con él y, esas rosas debían ser como una especie de desilusión para esas esperanzas. No es que le hubiera hecho alguna promesa a aquél Omega. Seguía sin estar muy seguro de querer lo que Jean-Paul le estaba ofreciendo sutil pero indudablemente. Pero aceptar su sugerencia del hotel en Reino Unido era, de alguna forma, una posible aceptación a su invitación.
De todas maneras, no era su dueño. Y no tenía que pensar que lo fuera. O que lo podría ser alguna vez. Lo miró directamente a los ojos y le preguntó decididamente:

Recuperando a su AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora