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Para Liam, la llegada del camarero con los menús fue de lo más oportuna, ya que derepente sentía un tumulto interior por las revelaciones de Zayn y tuvo miedo de responder de mala manera y arrepentirse luego de ello. Esa semana había sufrido demasiado dolor como para que se le pasara así, de repente y echarle la culpa de todo a Jean-Paul. O como para dejar que unas cuantas palabras apasionadas tuvieran el efecto de una droga milagrosa, haciendo que todo fuera mejor.

La situación no era tan mala como se había creído, pero ciertamente no estaba resuelta. No estaba dispuesto a caer en los brazos de Zayn y olvidarse del dolor, la soledad, la sensación de ser querido sólo para unas cosas y no para otras, de ser una especie de esposo a medias. Y quererlo no era suficiente. El sexo generaba una gran proximidad, pero el Omega necesitaba sentirse amado de una forma más que física.

Mientras tanto oía al camarero mencionar las especialidades de la casa, todas debían ser excelentes, pero su mente no estaba para comidas. Eligió dos platillos y le devolvió el menú. Zayn hizo lo mismo y el camarero se marchó. Estaba claro que el Alfa estaba dispuesto a ganar le costara lo que le costara. Pero Liam luchó contra su poderoso carisma.

—No es así de sencillo, Zayn.

El Alfa abrió las manos, incitándolo a que se explicara mejor. —¿Qué es lo que no te convence, Liam?

Era difícil explicarlo con palabras. En algún momento de su matrimonio, Zayn se había apartado de él y se sentía perdido. Llevaba meses así. Se moría de ganas de que Zayn lo tomara de la mano y lo hiciera sentirse de nuevo seguro de su amor, pero ¿cómo podía sentirse seguro sin comprender por qué el Alfa lo había dejado de lado?

—¿Estabas muy enamorado de tu ex-prometido?

Esa pregunta inesperada hizo que Zayn diera un respingo y se pusiera tenso. Lo miró como si Liam hubiera pasado la línea permitida.

—Eso terminó, Liam —dijo dictatorialmente. Siempre había evitado ese tema, pero esa noche no lo iba a hacer.

—No, no está terminado.

—Te aseguro ...

—Si así fuera, no lo habrías usado a él como baremo para mis acciones. Te hiciera lo que te hiciese, fuera lo que fuese lo que sintieras por él, todavía afecta la forma en que me ves a mí, Zayn.

—No, no es así. No debería ... ¡Maldita sea! Contigo es diferente, Liam.

—Entonces ¿por qué me estás poniendo a mí las reglas que debes haber sacado de tu experiencia con él? Todo eso acerca de que este es tu espacio y este el mío ...¿Qué pasó con eso de dar y recibir?

Zayn se rió sarcásticamente. —Bueno, Steve lo sabía todo de tomar, pero lo de dar era un concepto que nunca entendió. Supongo que cuando sentí que tú no me estabas dando a mí... eso me hizo recordar mi vida con él.

—¿Lo amaste, Zayn?

Zayn le contestó de mala gana. —Era otro concepto. No estoy particularmente orgulloso de ello. Digamos que era una fase de mi vida en la que el éxito y el dinero rápido era lo más importante.

—Quiero saber más de eso. A veces reaccionas de ciertas maneras y no sé porqué. Si me contaras esa parte de tu vida, te comprendería mucho mejor.

Estaba muy claro que eso no le gustaba nada a Zayn, pero para Liam era un asunto de lo más importante y no dejó de mirarlo fijamente.

—Liam, mi vida con él y mi vida contigo ... Es como la noche y el día, créeme.

—Entonces, háblame de ello, Zayn —insistió—. Estate seguro de ti mismo, porque la semana pasada me metiste en el mismo cesto que a él y, no quiero que eso vuelva asuceder. No me gusta recibir las consecuencias de lo que te hizo otro Omega.

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⏰ Última actualización: Jan 06 ⏰

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Recuperando a su AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora