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Eran las seis de la madrugada del lunes cuando llegaron al aeropuerto Heathrow. Liam no había encontrado arduo el largo viaje. En realidad, le había parecido de lo más emocionante. El servicio había sido excelente y había comido como nunca, descubriendo incluso bebidas nuevas. Zayn lo había ayudado a elegir un par de películas de la selección de vídeos que habían ayudado a que las horas se le pasaran rápidamente y, cuando llegó la hora de dormir, le había dado una pastilla, con la que consiguió hacerlo de un tirón durante más de cinco horas.

Se había sentido de lo más animado y contento por la actitud del Alfa hacia él, por las muchas veces que se había acercado a su asiento para ver cómo estaba o si necesitaba algo, siempre besándolo y acariciándole la mejilla que pensó que tal vez debiera haber intercambiado el asiento con Jean-Paul después de todo. Pero, ¿cómo iba a saber si con eso no se metería en los planes de él? Era mejor así. Ahora no le parecía mal haber ido con su Alfa, ni sentía temor por pasar las próximas dos semanas en lo que era un territorio extraño para él. A Zayn no le estaba disgustando su presencia. Tal vez sus iniciativas estaban dando fruto, después de todo. Realmente, Zayn también parecía haber cambiado. Era como si hubiera decidido hacerle pasar ese tiempo lo mejor que pudiera.

Cuando llegaron al hotel, ese buen humor desapareció bastante. Jean-Paul se hizo cargo de todo allí y dijo que debían quedarse ellos con el dormitorio principal, sugiriendo que fuera Zayn el primero en usar el cuarto de baño y recordándole que debían estar de camino a las ocho y media para su primera reunión. Liam se sintió completamente superfluo, pero se dijo a sí mismo que así era como iba a ir todo si él no hubiera ido, así que decidió mantener la boca cerrada y no estorbar. Deshizo su maleta y la de Zayn y, así por lo menos le tendría la ropa preparada para cuando saliera del cuarto de baño.

El dormitorio principal era suficientemente grande para los dos. La cama era también lo bastante grande como para no tocarse si no se deseaba, cosa que no estaba en sus pensamientos, ni mucho menos. La suite estaba decorada de forma cálida y acogedora, con tonos rojos y blancos. En cierta manera parecía una casa antigua pero confortable, hacía que se sintiera como en su propia casa. La cocina era bastante espaciosa y funcional, con todo lo que podía ser necesario.

Liam hizo una lista mental de lo que tenía que comprar cuando encontrara un supermercado, pero luego decidió que lo mejor era ir a la famosa sección de alimentación de Harrod's y así le daría una sorpresa al Alfa. Se hizo una taza de café, ya que ninguno de los otros dos quiso una, y se instaló en el salón, que era de lo más encantador. Liam dudó que aquello pudiera ser mejorado y, era de lo más cierto que la suite proporcionaba una atmósfera íntima y acogedora.

Jean-Paul no parecía haber dejado nada al azar. Fue cuando el Omega rubio abandonó el cuarto de baño después de darse una ducha y pasó por el salón para dirigirse a su dormitorio cuando Liam se percató en lo que sí que podía haberse equivocado Zayn. La bata que llevaba Jean-Paul y que lo cubría hasta las rodillas dejaba muy pocas dudas de que no llevaba nada debajo. Y el nudo flojo del cinturón no era la cerradura más segura del mundo, precisamente. Un tirón y la bata se abriría. Todavía tenía un poco de espuma en la parte baja del cuello y le llegó el olor de algún perfume que, evidentemente, debía de ser muy caro. A pesar de que no estaba nada vestido, sí que se había arreglado el rostro perfectamente. Nada de ropa, pero un maquillaje tenue para disimular sus ojeras. Eso se añadía a la fresca vitalidad que emanaba del rubio, haciendo que Liam se sintiera agotado.

—El baño está libre, si quieres entrar —le dijo Jean-Paul, sonriendo levemente—. Siento haberte hecho esperar, pero es importante que cause hoy una buena impresión. Por Zayn. Ya sabes que esta gente valora también a los asistentes personales.

—Bueno, estoy seguro de que harás que Zayn se sienta orgulloso —le dijo Liam fríamente.

—También valoran a sus esposos —respondió Jean-Paul mirando el jersey que Liam seguía llevando—. Yo podría darte algunas pistas de lo que es apropiado o no, dado que Zayn va a ser invitado por algunos de esos Alfas de negocios a finales de la semana.

Recuperando a su AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora