Liam quería irse a su casa. Salió del baño, se secó y se vistió para luego volver a meter sus cosas en la maleta. Mientras tanto no dejaba de pensar en qué pasaría si tomara un taxi, se fuera al aeropuerto y tomara el primer avión que volviera a Australia, las preguntas que provocaría, lo mal que se sentiría al tratar de explicarse, las molestias que le causaría a todo el mundo ...No podía afrontarlo. Todavía no. No hasta que no hubiera pensado en lo que estaba ahora y en cuál sería su próximo paso a dar.Las ganas de volverse a casa eran parejas al dolor que sentía y nada de eso iba a desaparecer en poco tiempo. Por fin, su cansada mente pensó en el único hotel que conocía en Londres, en el que Zayn se había quedado siempre hasta ahora. Por lo menos le sonaba. Le Meridien tenía más de doscientas habitaciones. Llamó y vio que quedaban libres, así que la reservó. Aliviado por tener un lugar donde esconderse, aunque fuera temporalmente, terminó de hacer el equipaje. Cuando estaba echando un vistazo a su alrededor para ver si se le olvidaba algo, su mirada se posó en el cuaderno de la mesita de noche, donde estaban los teléfonos que le había dado Zayn. ¿Le importaba algo al Alfa? ¿O sólo le importaba lo que le pudiera suceder a los niños?
Las lágrimas le nublaron la vista. No debería haber ido a ese viaje. Había sido un terrible error. Una esperanza ciega en que pudieran transformar su matrimonio en algo diferente, real, verdadero y especial, casi nada. Ahora lo comprendía todo. La razón por la que el Alfa no había creído en que lo que él estaba haciendo para mejorar su relación. Incluso le había dicho que ya era demasiado tarde para eso. Cuando estuvieron dentro del avión y se vio obligado a soportar su presencia durante todo ese tiempo, había puesto buena cara a lo inevitable y Liam había sido tan tonto de tragárselo. Pero ya no podía soportar más. Estaba más que harto. Deseó no haberlo descubierto nunca, haberse quedado en su casa ... Pero lo hecho, hecho estaba.
Ahora era Zayn el ciego, si se creía que con cambiar de apartamento a Jean-Paul iba a arreglar la situación. Lo único que había hecho era quitarle el cuerpo del delito de delante de las narices. ¡Y era Zayn quien le había echado en cara el que estuviera viviendo una mentira!Se enjugó las lágrimas. ¿Quién podría haber pensado que tuviera tantas? Debía haberlas soltado todas en el baño. Bueno, ya estaba listo para irse ... casi. Le quedaba un problema, el de hacerle saber a Zayn donde se iba a quedar. Desaparecer por completo le parecía demasiado cruel y no quería que se preocuparan por él. Simplemente quería que lo dejaran en paz.
Le resultaba difícil pensar. Era sorprendente como se las había arreglado para organizarse hasta entonces. Seguía mirando el celular, pero no quería hablar con él. No, no lo podía soportar. Por fin tomó el cuaderno y escribió lo que esperaba que fuera un mensaje claro para el Alfa. Encontró un sobre metió allí la nota. Luego llamó a un botones.
En la recepción había una chica distinta, ya que había cambiado el turno, lo que le alegró, así no tendría que explicar nada. Le dio el sobre con instrucciones de que se lo dieran personalmente a Zayn Malik, no a su asistente personal. El portero le llevó el equipaje a la calle y le llamó a un taxi. Mientras el taxista estaba metiendo la maleta en el portaequipajes, la furgoneta de una floristería aparcó a su lado y de ella salió un chico con una gran cesta de rosas, y luego otra, y otras más. Rosas rojas, de amor.
Verlas le produjo más daño aún, recordándole el gesto fútil que él mismo había hecho la semana anterior. Les dio la espalda y entró en el taxi. No sabía cuando el amor había desaparecido de su vida, pero lo había hecho. Su matrimonio estaba muerto. Deseó entonces que el corazón le dejara de sangrar.
¿Qué les pareció el cap? ¿Creen que tenga solución? Siguen odiando a Zayn?
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Recuperando a su Alfa
FanfictionDonde Liam es un poco tímido en la cama, por lo que siente que está perdiendo a su Alfa, no obstante ambos estan cometiendo errores que deberían arreglar antes de que sea demasiado tarde.