15. "Metamorfosis"

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18 de agosto, 2286
Grense Jacobselv, Noruega
Ruinas Sekunder

Las gotas de lluvia se filtraban sin permiso por el techo de piedra que cubría a la ruina. El suelo estaba totalmente mojado y resbaladizo.
  Los entrenamientos de Liberty cada día eran más pesados y toscos.

No tienes lo necesario para estar a nuestra altura, inútil.—dijo Terranoska relamiendo sus labios y apretando la garganta de Liberty.

—Es inutilia, no inútil.—defendió pateando el abdomen de la sekunder. Terranoska la soltó. —¿Cuando me convertiré en una sekunder definitivamente? Tengo una picazón nefasta por toda mi piel.

—Aquel método que leíste no sirve, Liberty.

—¿Y tú quién eres? No te había visto antes.

—Töke. Ese es mi nombre.—Se acercó para sostener la mano de la joven. A diferencia de los demás él sí tenía modales. —Cambiarse de raza lleva más cosas que sólo beber de la sangre de alguien. Es necesario tener mucho poder y una gran predisposición física al cambio.

Liberty lo ignoró y siguió rascando sus despellejados brazos que se estaban tornando grises.

—¿Me crecerán alas o no?

—No lo sabremos hasta que la metamorfosis se complete. Hasta ahora el único cambio que has tenido ha sido tu color de piel... Y por partes.— Töke ató su largo cabello blanco con una liga. Tronó su cuello y colocó uno de sus dedos en la mejilla izquierda de Liberty. —¿Cómo fuiste capaz de traicionar a tu gente?

Liberty tomó el dedo de Töke y lo dobló. Él sólo soltó un quejido ahogado.

—No te interesa... Hubieras hecho lo mismo si supieras mis intereses.

Ella se alejó del círculo de entrenamiento para ir a su compartimiento. Las habitaciones no eran de lujo. Ni siquiera podían llamarse habitaciones.

Movió con dificultad el recorte de piedra que usaba como puerta. Entró secando sus pies con un trapo viejo que logró crear.
Las ruinas sekunder no se comparaban en absoluto con su hogar en Spring Valley. Grense Jacobselv era muy lluvioso, frío, desolado. A dónde salía sus vecinos eran sekunders en mal estado con dificultades para existir.

Tumbó su cuerpo sobre el colchón de hojas secas que le brindaron. La luz del día se le iría pronto así que debía aprovechar para escribir su carta lo más antes posible.

No podía darse el lujo de que la vieran escribiendo y mandando cartas al exterior. Sería eliminada inmediatamente. Sin embargo tampoco podía permitir que allá su familia sospechara de su paradero por problemas de comunicación. Un mes y veintinueve días desde el arrivo... No podía desistir de nada.

El instituto de artes de Moscú es hermoso, familia. No veo la hora de ir a casa por mi cumpleaños...

01 de septiembre, 2286
Valle Inutilia

—Estoy muy feliz por ella. Ese instituto es muy reconocido —dijo Aldavinski al escuchar la carta.

—Se demoró en llegar... —dijo Lucrecia, frunciendo el ceño al mirar el pie de la nota. —"18 de agosto, 2286".

El Retorno De Los Sekunders© | Exanimun #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora