14 de Marzo, 2287
Grense Jakobselv
Reino SekunderLa primavera estaba pronta a llegar. Folium Sekunder sabía bien que ese era un buen momento para comenzar a desatar el caos. Aprovechó aquella noche especial para que las estrellas iluminaran el río Jakobselva. Pasada la media noche hundió sus huesudos pies en el agua dejando que el frío recorriera cada nervio de su cuerpo. El estremecimiento lo volvía más resistente.
Sólo miró el cielo. Miró el cielo y suspiró. ¿Qué podía hacer con semejante poder en mano?
Una figura salió a flote desde el fondo de ese playo caudal. Parecía muerta hasta que tomó la orilla del pastizal para respirar y salir. Sekunder se sintió temeroso, pero no era una opción demostrarlo.—El río está hermoso para fallecer de hipotermia, ¿verdad?—dijo ese "hombre" desnudo y flaco de aspecto particular.
—¿Qué mierda eres?—preguntó Folium con asco. El hombre se le rió.
—Soy tú, Folium. Bueno, Foliet en realidad.—Quitó el agua de su rostro. —¿No te olvidaste de mí, no?
—No...—respondió dudoso. El aspecto sí era como el de Foliet, pero adulto. —¿Qué estás haciendo aquí?
Foliet sacó una manta desde el fondo del agua como si aquello fuera un armario. Así húmeda y todo se la echó encima.
—No lo sé. De hecho soy sólo una proyección de tu mente mientras estás durmiendo.—Aspiró el gélido aire nocturno. —¿No extrañas ser un simple humano? La vida era más fácil antes de venir aquí.
—Recuerdo cuando papá me traía a este río a nadar durante el verano. Apenas y viví cinco años, pero fueron los mejores de todas mis vidas. Desde que estoy aquí me siento tan solo, todos están mi contra, no tengo amigos... La gente que me sigue no es por respeto, sino más bien por miedo. Me han condenado a ser alguien que no soy.—Arrojó una piedra hacia la otra orilla. —Sólo quisiera que este mundo comprendiera la belleza de la humanidad, donde nadie tiene poderes, donde no existen las jerarquías... Donde todo es perfecto.
—¿Y si se los hicieras sentir? Vuélvelos humanos. —preguntó Foliet seriamente. Folium se lo tomó como una broma riéndose en el acto. El hombre no se rió.
—Vaya gracia...
Breve silencio.
—Tienes el poder Profeti en tus manos, ¡Y convertido! ¿Qué es lo que te detiene?
Folium torció las cejas y volteó a verlo, pero él ya no estaba. Al abrir los ojos, despertó de día en aquella orilla del río.
—Tengo que ganar para hacer justicia...
Marzo 16
El silbido de la tetera quebró los tímpanos de Anthony. El triste artefacto fue golpeado y tumbado al suelo por él. Inmediatamente se agachó a recoger su desastre. Tomó un trapo sucio colgado sobre la mesa y con ello secó el agua caliente del suelo. Lástima que la tetera de cerámica ya estaba completamente rota.
—¿Otra más?—susurró Sam asomándose por la entrada.
—¡Válgame Profeti, Sam! Pensé que eras Azul.—chistó.
Sam se arrodilló para ayudarlo. Era la tercera en el mes.
—Deberías hacerte ver esos silbidos... Mis implantes ya no te sirven y no puedes seguir rompiendo cosas de la casa de Azul. Aunque creo que ya se dió cuenta que cambiamos los peldaños de las escaleras unas quince veces... Quién diría que el rechinar de la madera podía hacerte sangrar los oídos.
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El Retorno De Los Sekunders© | Exanimun #2
FantasyAzul Vancouver ha recuperado su nombre, pero su identidad sigue siendo un enigma. Atrapada entre la sombra de quien fue y el destino que le han impuesto, cada paso hacia adelante la sumerge en un abismo de dudas. ¿Quién es realmente bajo el manto de...