Jude Bellingham estaba nervioso.
Era su primer día en el Real Madrid, el club más grande de Europa, el 14 veces campeón de la Champions, y no sabía qué esperar. Había dejado el Borussia Dortmund, donde era una estrella, para buscar un nuevo reto en la Liga española. Sabía que tenía que demostrar su valía y adaptarse rápido a un nuevo equipo lleno de estrellas, una nueva ciudad y una nueva cultura e idioma.Entró al vestuario, donde le esperaba su entrenador, Carlo Ancelotti, y sus nuevos compañeros. Conocía a la mayoría, ya sea por habérselos cruzado en algún partido o premiacion, o simplemente porque eran grandes figuras, como Toni Kross o Luka Modric. Todos le saludaron con amabilidad y le dieron la bienvenida, pero hubo uno a quién no conocía y que le llamó especialmente la atención. Era un chico joven, de unos 18 o 19 años, de tez blanca, risueños ojos azules, cabello rubio y sonrisa tímida. Llevaba el número 32 en su camiseta y el nombre de Nico Paz. Jude no sabía quién era, pero le pareció el chico más hermoso que había visto en su vida. Realmente capturó toda su atención y sintió la necesidad de acercarse y hablar con él.
- Hola, soy Jude -se presentó en un español dudoso, acercándose a él.
- Hola, soy Nico -respondió el chico
- soy canterano del equipo- agregó tímidamente.- Nice to meet you, Nico -dijo Jude, sonriendo, volviendo al inglés y rezando porque el chico pudiera entenderle -. So.. what position do you usually play in?
- Midfielder, like you -contestó el rubio, en inglés, devolviéndole la sonrisa.
- oh that's good, then we can play together -comentó Jude, entusiasmado.
- Yes, I'm sure we will understand each other well -afirmó el canario- argentino, mirándole a los ojos, rezando porque su inglés sea medianamente correcto y no se esté inventando palabras nuevas.
Jude sintió algo así como una conexión con Nico. Se quedó hipnotizado inmediatamente por su mirada y su belleza. Pensó que era su día de suerte, hasta que se percato de algo que no había notado; el chico parecía no tener un aroma propio, lo que sólo podía significar una cosa: era un beta y no un omega. Sabía que no debería importarle ya que apenas lo conocía, pero mentiría si dijera que no se sintió decepcionado.. Nico era un beta, y él un alfa. Y eso significaba que algo entre ellos no era posible.
Jude había nacido alfa, el rango más alto de la sociedad, destinado a liderar y a proteger. Los alfas eran fuertes, dominantes y viriles, y tenían la capacidad de marcar a sus parejas con sus colmillos, creando un vínculo de por vida. Los alfas debían emparejarse con los omegas, el rango más "bajo", que eran dóciles, sumisos y fértiles, y que entraban en celo cada mes, necesitando la presencia de un alfa para aliviarse. Los alfas y los omegas formaban familias perfectas, con hijos sanos y felices.
Los betas, en cambio, eran el rango medio, que no tenían ninguna característica especial. Los betas eran normales, aburridos y a menudo estériles, y no podían marcar ni ser marcados por nadie. Los betas no eran deseados por los alfas, que los veían como inferiores y sin gracia. Los betas solo podían emparejarse con otros betas, y vivir una vida mediocre y plana. O bueno, al menos eso es lo que buena parte de la sociedad decía, lo que su padre decía...
Jude sabía que sus padres, y sus fans, esperaban que él encontrara a un omega con quien formar una familia. Él mismo había crecido con esa idea, y siendo sincero él nunca había sentido nada por ningún beta. Al menos hasta ahora.
El chico frente a él era un beta, pero no parecía uno. Más bien parecía un omega, con su belleza delicada, su dulzura y su rostro inocente. Jude sintió algo cercano a la atracción, una cierta necesidad de protegerlo, talvez por la apariencia vulnerable del menor. Pero sabía que eso era imposible, que era un error. Así que quitó esas ideas absurdas de su mente y decidió seguir con lo suyo.
- Well Nico, see you later at training -dijo Jude, cortando la conversación.
- Yeah, of course Jude, see you- respondió Nico, un poco confundido por su cambio de actitud.
Jude se fue a su taquilla, donde guardó sus cosas y se cambió de ropa. Se puso el uniforme de entrenamiento del Real Madrid, y se miró al espejo. Se vio a sí mismo como todo un alfa de élite. Se dijo a sí mismo que eso era lo que era, y que eso era lo que quería ser. Nada se interpondría en su camino.
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Bueno, antes que nada este es el primer fic que escribo, y aunque no creo que nadie lo vaya a leer, quiero aclarar que no tengo experiencia en esto, y que tampoco sigo al Real Madrid, ni soy una erudita del omegaverse así que puede que haya cosas que no tengan mucho sentido o que se modifiquen a conveniencia para beneficio de la trama, acepto críticas constructivas. Nada, eso 😅
Pd: modifique sus primeras charlas al inglés para que sea un poco más realista, aunque me daba paja ponerlo en inglés jaja
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Exception
FanfictionJude Bellingham, el jugador sensación de Europa, llega al Real Madrid con la meta de convertirse en el mejor jugador del mundo. Siendo un alfa admirado por todos y cara de las principales marcas, nada se interpondrá en su camino a la cima, excepto t...