Jude Bellingham, el jugador sensación de Europa, llega al Real Madrid con la meta de convertirse en el mejor jugador del mundo.
Siendo un alfa admirado por todos y cara de las principales marcas, nada se interpondrá en su camino a la cima, excepto t...
Habían pasado dos días desde el clásico Barcelona vs Real Madrid, y la derrota aún pesaba en el equipo. Como la estrella del conjunto blanco, Jude se sentía particularmente responsable. El estrés comenzó a acumularse en él, manifestándose en un dolor persistente en su espalda.
Nico, siempre atento, notó la incomodidad de Jude y, con un poco de vergüenza, se ofreció a darle un masaje descontracturante, asegurándole que sabía lo que hacía. Jude, aunque un poco sorprendido, aceptó con gratitud.
Mientras Nico trabajaba en sus hombros y espalda, Jude no pudo evitar regocijarse internamente. Las manos del rubio eran firmes pero suaves, y cada toque parecía aliviar un poco del dolor y la tensión. A su vez, el calor de las manos del beta parecía quemar por donde tocaba, enviando una corriente de electricidad a través de su cuerpo.
Jude cerró los ojos, permitiéndose disfrutar del contacto. Por un momento, se permitió olvidar todo: la derrota, el estrés, la presión. Todo lo que importaba era Nico, sus manos, su calor, su tacto.
A medida que el masaje continuaba, Jude se dio cuenta de que estaba sintiendo algo más que alivio. Cada toque de Nico enviaba un escalofrío a través de su piel, cada roce de sus manos le hacía desear más. No podía evitar las reacciones de su cuerpo, Jude sabía que estaba jugando con fuego, pero no podía evitarlo. No cuando se sentía tan bien.
Por su parte Nico no lo estaba llevando mucho mejor, cuando escuchó ayer a Jude quejándose del dolor en sus hombros y espalda la idea de ayudarlo había crecido en su mente como una enredadera, mas no se animaba a planteárselo al inglés. Pero cuando entro hoy al vestuario y vio la espalda desnuda del moreno, su boca fue más rápida que su cerebro y le ofreció, no sin antes sonrojarse cual quinceañera confesandose a su enamorado, un masaje "descontracturante", con el único y desinteresado propósito de ayudar.
Y aquí estaba, tratando de que Jude no notara su nerviosismo mientras pasaba sus manos por su fibrosa y cálida espalda y sus hombros, tratando de no dejar volar demasiado su imaginación y de replicar las técnicas descontracturantes que había repasado la noche anterior en un tutorial de YouTube.
Cuando Nico finalmente terminó el masaje, Jude se sintió renovado. Su espalda ya no dolía, y se sentía más relajado que en días. Pero también se sentía más confundido, se suponía que el ya había aceptado la idea de que Nico sería solo su amigo, no debería estar deseando su toque.
No tuvo tiempo de enredarse en sus pensamientos pues fueron interrumpidos por su compañero Rodrygo, quién venía a avisarles que el entrenamiento estaba a punto de comenzar. Como salvado por la campana, un sonrojado Nico salió casi huyendo al campo, seguido después por un serio Jude, dejando al brasileño confuso por el comportamiento extraño de sus compañeros. ¿Y a estos que les pasa?
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A la noche, Jude decidió invitar a Nico y a algunos de sus compañeros de equipo a cenar en su casa. Había planeado una noche de películas en su sala de cine privada, pensando que sería una buena manera de relajarse después de los recientes desafíos del equipo.
La noche comenzó con charlas amenas y bromas mientras disfrutaban de la cena, tratando de no dirigir la conversación hacia el fútbol, la idea era distenderse de eso mismo. Ya en la sala de cine, Jude se aseguró de sentarse al lado de Nico, disfrutando de su compañía y de su risa contagiosa.
Cuando llegó el momento de la película, eligieron una de terror, pensando que sería divertido. A medida que la película avanzaba, Jude notó que Nico parecía bastante asustado. Al principio, le causó gracia como el rubio se sobresaltaba, o intentaba mirar para otro lado, visiblemente nervioso, pero luego su instinto protector se activó. No podía ver a Nico asustado sin sentir la necesidad de cuidarlo y brindarle protección. Era su amigo al fin y al cabo, no?
Así que, con una sonrisa en su rostro, puso su mano en la rodilla de Nico y le dio una suave caricia. Nico lo miró, un poco avergonzado por tener miedo, pero también claramente aliviado por el gesto de Jude.
Jude dejo su mano en la pierna del rubio, quien convenientemente estaba usando unos shorts, disfrutando el tacto de su suave piel. Debía admitir que Nico tenía unas hermosas y torneadas piernas, ligeramente bronceadas, de muslos anchos, que se le antojaban... no, no debía dejar que sus pensamientos se fueran por la tangente.
El resto de la película transcurrió entre miradas discretas y caricias sutiles. Jude se encontró disfrutando de cada una de ellas. Nico parecía igualmente cómodo, su miedo inicial reemplazado por una sensación de seguridad y calma.
Cuando finalmente terminó la película y cada quién regresó a sus hogares, Jude se dispuso a acostarse y dormir, aunque cierto rubio se quedó revoloteando en su mente por un buen rato.
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Las piernas del susodicho en cuestión:
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honestly can't blame Jude 💁🏻♀️
Año nuevo, capítulo nuevo 🎉🎊 Comenten que les va pareciendo :) Y feliz año para todxs 🥰
